Agricultura
Propietarios en España, siglo XVIII
A lo largo del siglo, el crecimiento de la población provocó el consiguiente aumento en la demanda de productos agrícolas y un alza de precios; a la vez se acrecentó el interés por la tierra y aumentaron las rentas. Los grandes propietarios, nobleza y clero, pasaron a interesarse más por la agricultura, coincidiendo con la política ilustrada de recuperar la economía del país, básicamente agrícola, que mantenía sistemas de cultivo arcaicos y que obtenía muy bajos rendimientos.
Reformas
Desde mediados del siglo XVIII se propició una política de desarrollo en la que las Sociedades de Amigos del País tuvieron un destacado papel. La Corona alentó estas sociedades como parte de una política de fomento general de la riqueza nacional que, en lo agrario, se completó con medidas como la liberalización del comercio de granos y la creación de los pósitos, silos que servían para remediar las necesidades de los campesinos en los años de malas cosechas, concediéndoles granos para la siembra o el consumo.
Para fomentar el regadío se abordaron obras de gran envergadura como el Canal de Castilla o el Canal Imperial de Aragón. Las colonizaciones fueron también una iniciativa estatal. Campomanes y Olavide repartieron en la zona de Sierra Morena lotes de 44 hectáreas por familia, no divisibles ni amortizables. En 1775 estaban asentados en esta zona unos trece mil colonos, algunos de origen alemán y flamenco.
Propietarios en España, siglo XVIII
A lo largo del siglo, el crecimiento de la población provocó el consiguiente aumento en la demanda de productos agrícolas y un alza de precios; a la vez se acrecentó el interés por la tierra y aumentaron las rentas. Los grandes propietarios, nobleza y clero, pasaron a interesarse más por la agricultura, coincidiendo con la política ilustrada de recuperar la economía del país, básicamente agrícola, que mantenía sistemas de cultivo arcaicos y que obtenía muy bajos rendimientos.
Reformas
Desde mediados del siglo XVIII se propició una política de desarrollo en la que las Sociedades de Amigos del País tuvieron un destacado papel. La Corona alentó estas sociedades como parte de una política de fomento general de la riqueza nacional que, en lo agrario, se completó con medidas como la liberalización del comercio de granos y la creación de los pósitos, silos que servían para remediar las necesidades de los campesinos en los años de malas cosechas, concediéndoles granos para la siembra o el consumo.
Para fomentar el regadío se abordaron obras de gran envergadura como el Canal de Castilla o el Canal Imperial de Aragón. Las colonizaciones fueron también una iniciativa estatal. Campomanes y Olavide repartieron en la zona de Sierra Morena lotes de 44 hectáreas por familia, no divisibles ni amortizables. En 1775 estaban asentados en esta zona unos trece mil colonos, algunos de origen alemán y flamenco.