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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El Imperio Romano reinó en un territorio tan políglota...

El Imperio Romano reinó en un territorio tan políglota y en períodos de tanta paz relativa (Pax Romana), que fue algo insólito en su época, además de conseguir, en algunos territorios, una tasa de analfabetismo mucho menor que en los siguientes 14 siglos. Su cultura y su legado nos hacen saber más de Italia hace más de 20 siglos que de América, por ejemplo, hace menos de 4 siglos. En general, los territorios fueron conquistados a la fuerza, pero fueron gobernados con un grado de justicia inusual en aquellos tiempos y llevaban a sus territorios obras que aún hoy perviven: teatros, acueductos, circos, anfiteatros, puentes, templos, termas... En las campañas militares romanas, las legiones portaban grandes estandartes con las siglas SPQR, que significan Senatus Populusque Romanus (el Senado y el Pueblo de Roma).

Cayo Julio César (Roma 100 ó 101-44 a. C.), militar y gobernador romano, sabiendo que la población de Roma esperaba ansiosamente noticias de los campos de batalla, convirtió la redacción de los mensajes en una forma de arte periodístico. La culminación del género fue su famoso y sucinto mensaje a Roma tras aplastar al ejército del Ponto en la batalla de Zela (47 a. C.), en la actual Turquía: "Veni, vidi, vici" (Llegué, vi y vencí).

Nerón (Lucius Domitius nero Claudius, Ancio 37-Roma 68), emperador romano (54-68), tuvo una vida llena de excentricidades. Se cuenta que hacía ejecutar a los espectadores de teatro que consideraba que no habían aplaudido con suficiente entusiasmo. Le gustaba ganar en las carreras de carros aunque tuviera que correr en solitario y gastaba en perfume desorbitadas cantidades de sestercios. Su esposa, Popea Sabina, se bañaba en bañera de plata con leche de burra para tener la piel blanca. Ella murió por complicaciones en un embarazo a consecuencia de una patada de su marido Nerón.

Uno de los caprichos de Heliogábalo (204-222), emperador romano (218-222), era servir a sus invitados manjares de cera que imitaban a los platos que él degustaba ante los presentes y éstos eran obligados, bajo pena de muerte, a simular que estaban comiendo. Su debilidad era la gula y su nombre ha pasado a ser sinónimo de persona con esa misma debilidad.