El término latino ladro, del que proviene la palabra ladrón, significaba originalmente soldado, y fue aplicado a los amigos de lo ajeno debido a la frecuencia con que la tropa realizaba hurtos.
Quintus Horatius Flaccus, más conocido como Horacio (65-8 a. C.), fue un poeta latino, educado en Roma y Grecia, que escribió en una de sus odas (Libro I, Oda XI) la famosa expresión "Carpe diem, quam minimum credula postero" ("Aprovecha el día, no asegures que otro igual vendrá después" o, resumidamente, "Disfruta el momento"), expresión propia de la filosofía epicúrea. El "Carpe diem" es la esencia de la magnífica película "El club de los poetas muertos" (P. Weir, 1989) protagonizada por Robin Williams. Horacio es también muy citado como testimonio de la inmortalidad de la literatura, pues en el año 23 a. C., pensando en los logros de su vida, escribió el siguiente epílogo del tercer libro de sus famosas Odas:
Exegi monumentum aere perennius
Regalique situ pyramidum altius...
Non omnis moriar...
He terminado un monumento más duradero que el bronce
Y más alto que la vieja mole de las reales pirámides...
No moriré del todo...
Los romanos distinguían 3 tipos de besos: El osculum, que se da en la mejilla entre amigos; el basium, en los labios; y el suavem, que se dan los amantes.
Quintus Horatius Flaccus, más conocido como Horacio (65-8 a. C.), fue un poeta latino, educado en Roma y Grecia, que escribió en una de sus odas (Libro I, Oda XI) la famosa expresión "Carpe diem, quam minimum credula postero" ("Aprovecha el día, no asegures que otro igual vendrá después" o, resumidamente, "Disfruta el momento"), expresión propia de la filosofía epicúrea. El "Carpe diem" es la esencia de la magnífica película "El club de los poetas muertos" (P. Weir, 1989) protagonizada por Robin Williams. Horacio es también muy citado como testimonio de la inmortalidad de la literatura, pues en el año 23 a. C., pensando en los logros de su vida, escribió el siguiente epílogo del tercer libro de sus famosas Odas:
Exegi monumentum aere perennius
Regalique situ pyramidum altius...
Non omnis moriar...
He terminado un monumento más duradero que el bronce
Y más alto que la vieja mole de las reales pirámides...
No moriré del todo...
Los romanos distinguían 3 tipos de besos: El osculum, que se da en la mejilla entre amigos; el basium, en los labios; y el suavem, que se dan los amantes.