ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: España y su presencia internacional...

España y su presencia internacional

Manifestación anti-OTAN, Madrid, junio 1984

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LA OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (cuyo acrónimo en español es OTAN) es una organización internacional fundada en 1949 con el objetivo de cola...
En estos años la presencia internacional de España aumentó de manera extraordinaria. Los socialistas abandonaron los postulados antiimperialistas y neutralistas y promovieron una política internacional posibilista. Así lo pusieron de manifiesto el ingreso en la actual Unión Europea en el año 1986; la ratificación en referéndum de su adhesión a la OTAN; la universalización de sus relaciones diplomáticas (ejemplificadas por el reconocimiento del Estado de Israel en 1986); su apuesta por lograr una política de apoyo a los países mediterráneos e iberoamericanos, o su destacada colaboración en los proyectos de resolución de graves conflictos internacionales (guerra del Golfo, proceso de paz entre Israel y Palestina o guerra en la antigua Yugoslavia).

La adhesión a la Comunidad Europea

El 12 de junio de 1985, España firmó el Tratado de Adhesión a la Comunidad Europea y poco después las Cortes lo ratificaron sin ningún voto en contra. El 1 de enero de 1986 España se convirtió en uno de los miembros de la «Europa de los Doce».

Permanencia de España en la OTAN

Los socialistas habían sido contrarios a la adhesión de España a la OTAN. La experiencia gubernamental, en cambio, les convenció de su utilidad para acabar con el aislamiento y modernizar las Fuerzas Armadas. Además, varios líderes políticos europeos insistieron en que el ingreso español en la Comunidad Europea estaba estrechamente ligado a la permanencia del país en la OTAN. Estados Unidos presionó para que España no modificara su situación en este campo.

El 23 de octubre de 1984, Felipe González admitió en el Congreso de los Diputados el mantenimiento de España en la OTAN.

El referéndum se convocó para el 12 de marzo de 1986. El gobierno recomendó el voto afirmativo con tres condiciones: no integrarse en la estructura militar; prohibir la instalación, el almacenamiento o la introducción de armas nucleares; y reducir la presencia militar estadounidense. La participación fue más bien baja (algo menos del 60 %) y los votos afirmativos llegaron solo al 52,5% de los emitidos.