ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La generalización de la educación...

La generalización de la educación

Aula del hogar «Caudillo Franco»

En la Segunda República la educación era un derecho que el Estado debía garantizar a todos los ciudadanos. En esta etapa se formaron muchos profesores, se construyeron 13.000 escuelas y 5.000 bibliotecas, y se concedieron becas a los estudiantes más necesitados. El objetivo era crear un sistema educativo unificado, público, laico y gratuito en la enseñanza primaria.

Durante la dictadura España era un país con una cifra elevada de analfabetismo (17,34 %), lo que frenaba el desarrollo. La educación estuvo ligada a la enseñanza privada religiosa, que monopolizó especialmente la enseñanza secundaria.

De la LODE a la LOCE

La generalización de la educación ha sido uno de los grandes cambios experimentados. La transformación comenzó en los años sesenta, coincidiendo con la industrialización del país, y se consolidó con la Ley General de Educación en 1970, que extendió la enseñanza obligatoria hasta los 14 años. Fue en esa época cuando comenzó a erradicarse el analfabetismo, hasta entonces tan elevado.

Con posterioridad, los gobiernos democráticos han intensificado el esfuerzo educativo, primero con la aprobación de la LODE en 1984, que concreta el derecho a la educación reconocido en la Constitución. Después con la aprobación de la LOGSE en 1990, que amplió hasta los dieciséis años la enseñanza obligatoria, y la LOCE en 2002. Ambas leyes enfrentan los nuevos retos educativos:

La plena escolarización ha hecho necesario desarrollar programas de atención personalizada para los alumnos.
La actualización de la educación, al compás del desarrollo científico y tecnológico, con la introducción de las nuevas tecnologías y la puesta al día de las áreas de conocimiento en los currículos educativos.

La aplicación de estas novedades se ve dificultada por la falta de acuerdo entre los diferentes sectores implicados.

Hoy España presenta unos rasgos culturales y educativos comparables a los de otros países desarrollados: el índice de analfabetismo es muy bajo, pues solo el 2,5% de la población no sabe leer ni escribir (la mayoría personas ancianas) y la escolarización incluye a todos los menores de 16 años. Esto ha permitido el desarrollo de la investigación en el país, ha limitado la dependencia tecnológica y ha facilitado el auge de la industria cultural.