ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Begoña, Begoña, no me hables de ejercicios de relajación...

PARTE PRIMERA
Respira lo más profundamente que puedas tres veces Después lleva tu atención a tu pies. Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención a través de la tibia, peroné y rodillas.
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención a través de los muslos, pantorrillas, genitales, glúteos y cintura.
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención ahora a través del abdomen, pecho, espalda, hombros, brazos y manos.
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Sigue subiendo llevando tu atención a través de tu cuello, músculos de la cara, cuero cabelludo, y finalmente mente.
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan; pesan y se relajan.
Vuelve a respirar profundamente tres veces y siente como eres un todo que pesa y se relaja; pesa y se relaja.

Begoña, Begoña, no me hables de ejercicios de relajación que un día tuve una experiencia con este primero que has puesto que me dije a mí misma que no lo volvería a hacer nunca más.

Verás: Hace ya unos años estaba yo haciendo un cursillo y una de las profesoras nos explicó, y lo pusimos en práctica todos los alumnos sentados en una silla, esto mismo que has explicado tú, y nos dijo que para llegar mejor a una total relajación probásemos de hacerlo estirados en el suelo o en la cama.

Pues mira, yo que llego a casa, y como faltaba todavía un rato para hacer la comida pensé: "Como me queda un poco de tiempo de aquí a la hora de irme para la cocina, voy a probar ese método de relajación", y... sin pensarlo dos veces... ¡allá que vá Milagritos! Apago la luz, me estiro en la cama "estilo difunta" -aunque sin cruzar las manos sobre el pecho y sin rosario-, cierro los ojos, respiro, y me pongo a pensar comenzando por los pies: ahora el dedo gordo, ahora el otro, y el otro... el pequeño... y así seguí hasta llegar al último pelo de la cabeza. La verdad es que estaba agusto, y no sé el tiempo que estuve así, más quieta que una muerta, pero ¡chica!... pensando en que tenía que hacer la comida, intento levantarme.... ¡Y qué si quieres arroz, Catalina!... Qué no sé qué me pasó, que la obligación y la cabeza me decían que tenia que incorporarme, y... ¡Qué no podía!... ¡Qué me había quedado como una estátua...! Bueno pues al final, me pude levantar, pero como te digo, ¡Nunca más lo he intentado! Aunque algunas veces, sí que es verdad, que sentada lo he hecho alguna vez, y respirar hondo, de cuando en cuando. ¡Va bastante bien!
Un beso y espero que hayas pasado un buen fin de semana, o por lo menos lo mejor posible.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La relajación es fundamental para momentos de estrés, me alegra que tú conozcas métodos y que incluso lo llevases a la práctica, para mí es fundamental y cuando no sirva lo de contar hasta 10, prácticas una relajación expres y va de lujo. Besitos Begoña