Qué razón tenía Española Antigua cuando dijo que había que dar gracias a Dios por hacernos regalos como lo que estamos viendo en la foto, aunque creo que una vez no debí acordarme mucho de ÉL; fue aquel año que mi prima y yo caímos rodando ladera abajo... ¡Por poco no nos matamos! Eso sí, salimos "ensollejás" por tós laos y llegamos a casa en Motocarro, el vehículo más rápido que pudieron encontrar donde trasladarnos al pueblo; ni más ni menos que ahora, que si llegas un poco tarde al Cerro el día 8 de mayo, no encuentras sitio dónde aparcar... ¡Y mira qué allí hay campo...!