Dentro de una misma cultura, la variedad de manifestaciones y formas musicales es tan grande como el número de situaciones con que se encuentran, o se han encontrado, los diversos grupos que forman esa cultura. La música no es privativa de un grupo social. Desde los más instruidos hasta los analfabetos, elaboran formas musicales, se expresan mediante la música. En un mismo período, canta el campesino en la recolección o en la vendimia, el artista en la ópera, el tonadillero, el enamorado, el desengañado. A efectos de clasificación suele distinguirse en cada época una música culta y una música popular. La primera está sometida a reglas y leyes; la segunda surge de modo espontáneo del alma de las gentes. Esta música popular constituye la parte más importante del folclore. Cada grupo social transmite y expresa sus mensajes y sus emociones valiéndose de la música: hay música del ámbito familiar, del ámbito del trabajo, de las manifestaciones religiosas, de los juegos y de las solemnidades.
Las expresiones musicales cambian a lo largo del tiempo: se modifica la notación musical, se inventan nuevos instrumentos, surgen nuevos gustos, situaciones, etc. La historia de la música da cuenta de estos cambios, presentando los que son comunes a todas las culturas y los que son privativos de una cultura determinada.
Las expresiones musicales cambian a lo largo del tiempo: se modifica la notación musical, se inventan nuevos instrumentos, surgen nuevos gustos, situaciones, etc. La historia de la música da cuenta de estos cambios, presentando los que son comunes a todas las culturas y los que son privativos de una cultura determinada.