La música instrumental
Orfeo tocando la vihuela
La música instrumental en el siglo XVI tenía una doble finalidad: participaba en actos profanos y servía de acompañamiento en actos religiosos. Un género típicamente español es la batalla, pieza de carácter descriptivo.
La escuela vihuelística cuenta con numerosas transcripciones de música polifónica, donde brillaron Luis de Milán (hacia 1500-1561), autor del Libro de música de vihuela de mano titulado «El maestro», que contiene tientos, fantasías, villancicos, pavanas, sonetos y romances; Luis de Narváez (siglo XVI), que escribió Los seis libros del Delphin de música de cifra para tañer vihuela, con danzas, fantasías y diferencias (variaciones) sobre temas populares, como Guárdame las vacas y el romance del Conde Claros, y Alfonso de Mudarra (principios del siglo XVI-1580), al que se deben Tres libros de música en cifras para vihuela. Estos músicos convirtieron la vihuela en el instrumento de moda para la nobleza española.
El órgano tuvo una utilización esencialmente religiosa y contó con dos grandes maestros: Antonio de Cabezón (1510-1566), ciego de nacimiento, cuyo hijo recopiló sus composiciones en Obras de música para tecla, arpa y vihuela, y Francisco de Salinas (1513-1590), también ciego desde la infancia, que publicó De musica libri septem, una interesante colección de melodías populares.
Orfeo tocando la vihuela
La música instrumental en el siglo XVI tenía una doble finalidad: participaba en actos profanos y servía de acompañamiento en actos religiosos. Un género típicamente español es la batalla, pieza de carácter descriptivo.
La escuela vihuelística cuenta con numerosas transcripciones de música polifónica, donde brillaron Luis de Milán (hacia 1500-1561), autor del Libro de música de vihuela de mano titulado «El maestro», que contiene tientos, fantasías, villancicos, pavanas, sonetos y romances; Luis de Narváez (siglo XVI), que escribió Los seis libros del Delphin de música de cifra para tañer vihuela, con danzas, fantasías y diferencias (variaciones) sobre temas populares, como Guárdame las vacas y el romance del Conde Claros, y Alfonso de Mudarra (principios del siglo XVI-1580), al que se deben Tres libros de música en cifras para vihuela. Estos músicos convirtieron la vihuela en el instrumento de moda para la nobleza española.
El órgano tuvo una utilización esencialmente religiosa y contó con dos grandes maestros: Antonio de Cabezón (1510-1566), ciego de nacimiento, cuyo hijo recopiló sus composiciones en Obras de música para tecla, arpa y vihuela, y Francisco de Salinas (1513-1590), también ciego desde la infancia, que publicó De musica libri septem, una interesante colección de melodías populares.