La plenitud: Georg Friedrich Händel
Representación actual de la ópera Sémele de Händel en la Royal House de Londres
Saber más
Händel y el oratorio
Las óperas son la parte más voluminosa de las obras compuestas por Händel y a las que dedicó la mayor parte de su vida. Sin embargo, se puede afirmar que Hä...
La muerte de Purcell sumergió a Inglaterra en un gran vacío musical hasta la aparición de Händel.
Georg Friedrich Händel (1685-1759), nacido en Alemania y nacionalizado inglés, representa junto a Bach la culminación del Barroco musical. Händel realizó muchísimos viajes en su vida de frustrado estudiante de Leyes. En Italia entabló contactos con los hermanos Scarlatti y con Corelli. Viajó con frecuencia a Inglaterra y, cuando el elector de la corte de Hannover se proclamó rey de Inglaterra con el nombre de Jorge I, se estableció definitivamente en Londres.
No es fácil encasillar a Händel en un estilo. Como ser genial que era, se adaptó con facilidad a cualquier corriente o moda musical. Su primera época es la de un Händel cortesano, aristocrático y frívolo, en la que nacieron sus óperas Alcina y Julio César, de fastuosa representación y de clara influencia napolitana, aunque artificiosas y banales.
El desengaño de una vida vacía llevó a Händel a un reencuentro consigo mismo y le acercó a una sociedad burguesa más real y comprometida con los problemas religiosos. Surgieron así sus oratorios, donde conjugó los grandes coros con una orquesta acompañante de extraordinario efecto. Es una música más íntima y directa que la que hizo Bach para esta forma vocal. A esta época pertenecen Israel en Egipto, Salomón, Jefté y, sobre todo, su conocidísimo Mesías.
La obra instrumental de Händel es amplia y diversa. Compuso múltiples concerti grossi, conciertos para instrumentos solistas y música de estilo figurativo, casi programático, como las suites Música acuática y Música para los reales fuegos de artificio.
Representación actual de la ópera Sémele de Händel en la Royal House de Londres
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Händel y el oratorio
Las óperas son la parte más voluminosa de las obras compuestas por Händel y a las que dedicó la mayor parte de su vida. Sin embargo, se puede afirmar que Hä...
La muerte de Purcell sumergió a Inglaterra en un gran vacío musical hasta la aparición de Händel.
Georg Friedrich Händel (1685-1759), nacido en Alemania y nacionalizado inglés, representa junto a Bach la culminación del Barroco musical. Händel realizó muchísimos viajes en su vida de frustrado estudiante de Leyes. En Italia entabló contactos con los hermanos Scarlatti y con Corelli. Viajó con frecuencia a Inglaterra y, cuando el elector de la corte de Hannover se proclamó rey de Inglaterra con el nombre de Jorge I, se estableció definitivamente en Londres.
No es fácil encasillar a Händel en un estilo. Como ser genial que era, se adaptó con facilidad a cualquier corriente o moda musical. Su primera época es la de un Händel cortesano, aristocrático y frívolo, en la que nacieron sus óperas Alcina y Julio César, de fastuosa representación y de clara influencia napolitana, aunque artificiosas y banales.
El desengaño de una vida vacía llevó a Händel a un reencuentro consigo mismo y le acercó a una sociedad burguesa más real y comprometida con los problemas religiosos. Surgieron así sus oratorios, donde conjugó los grandes coros con una orquesta acompañante de extraordinario efecto. Es una música más íntima y directa que la que hizo Bach para esta forma vocal. A esta época pertenecen Israel en Egipto, Salomón, Jefté y, sobre todo, su conocidísimo Mesías.
La obra instrumental de Händel es amplia y diversa. Compuso múltiples concerti grossi, conciertos para instrumentos solistas y música de estilo figurativo, casi programático, como las suites Música acuática y Música para los reales fuegos de artificio.