propiedades de las piedras curativas
Agata: Irritabilidad por cosas insignificantes, picaduras de insectos, trastornos intestinales y digestivos.
- Aguamarina: Ansiedad, inconstancia afectiva, dolores de espalda.
- Amatista: Trastornos de la menopausia, enfermedades del aparato reproductor, sentimientos de fracaso.
- Ambar: Pérdida de la memoria, falta de concentración, sentimientos de inferioridad, dolor de muelas.
- Coral: Depresión, hipocondría, falta de confianza, vacilación constante, intoxicación digestiva.
- Cristal de Roca: Falta de concentración, problemas en la piel.
- Cuarzo: Estados de ansiedad y nerviosismo, dolor de cabeza localizado principalmente en las sienes.
- Diamante: Voluntad débil, falta de energía, autocompasión, mareos, dolor de cabeza.
- Esmeralda: Debilidad física y mental, sentimientos de envidia y pensamientos negativos en general.
- Granate: Cansancio visual, timidez, tristeza, irregularidades menstruales.
- Jade: Sentimiento de intolerancia generalizado, dolor de muelas.
- Lapislázuli: Fiebre, sinusitis, retraimiento y soledad.
- Malaquita: Insconstancia emocional, timidez, alergia, vértigo.
- Ojo de gato: Mal de ojo, debilidad nerviosa, enfermedades uterinas.
- Obsidiana: Sentimientos de culpa, confusión mental, falta de independencia y espíritu de lucha, impotencia, frigidez.
- Onix: Shocks nerviosos, falta de voluntad, desgano, timidez excesiva, falta de comunicación.
- Perla: Debilidad cardíaca, tensiones nerviosas, estrés, ánimo tenso, sentimiento egoístas, escepticismo y pesimismo.
- Rubí: Falta de memoria, estados de melancolía, tristeza o depresión, falta de vitalidad.
- Rutilo: Insomnio, inhibiciones sexuales, temor a lo desconocido, incomunicación, ausencia de espontaneidad e iniciativa.
- Topacio: Aislamiento, imposibilidad de compartir, agotamiento físico y mental, problemas circulatorios.
- Turmalina: Celos, somnolencia constante, problemas hepáticos y de vesícula, desarreglos estomacales, acidez.
- Turquesa: Malhumor, ausencia de iniciativa, negatividad extrema, indiferencia, problemas de espalda y columna.
- Zafiro: Insomnio, pesadillas, estrés, alucinaciones, amnesia, hipertensión.
- Zircón: Problemas respiratorios, irritación de bronquios, incapacidad de adaptación, concentración deficiente
Agata: Irritabilidad por cosas insignificantes, picaduras de insectos, trastornos intestinales y digestivos.
- Aguamarina: Ansiedad, inconstancia afectiva, dolores de espalda.
- Amatista: Trastornos de la menopausia, enfermedades del aparato reproductor, sentimientos de fracaso.
- Ambar: Pérdida de la memoria, falta de concentración, sentimientos de inferioridad, dolor de muelas.
- Coral: Depresión, hipocondría, falta de confianza, vacilación constante, intoxicación digestiva.
- Cristal de Roca: Falta de concentración, problemas en la piel.
- Cuarzo: Estados de ansiedad y nerviosismo, dolor de cabeza localizado principalmente en las sienes.
- Diamante: Voluntad débil, falta de energía, autocompasión, mareos, dolor de cabeza.
- Esmeralda: Debilidad física y mental, sentimientos de envidia y pensamientos negativos en general.
- Granate: Cansancio visual, timidez, tristeza, irregularidades menstruales.
- Jade: Sentimiento de intolerancia generalizado, dolor de muelas.
- Lapislázuli: Fiebre, sinusitis, retraimiento y soledad.
- Malaquita: Insconstancia emocional, timidez, alergia, vértigo.
- Ojo de gato: Mal de ojo, debilidad nerviosa, enfermedades uterinas.
- Obsidiana: Sentimientos de culpa, confusión mental, falta de independencia y espíritu de lucha, impotencia, frigidez.
- Onix: Shocks nerviosos, falta de voluntad, desgano, timidez excesiva, falta de comunicación.
- Perla: Debilidad cardíaca, tensiones nerviosas, estrés, ánimo tenso, sentimiento egoístas, escepticismo y pesimismo.
- Rubí: Falta de memoria, estados de melancolía, tristeza o depresión, falta de vitalidad.
- Rutilo: Insomnio, inhibiciones sexuales, temor a lo desconocido, incomunicación, ausencia de espontaneidad e iniciativa.
- Topacio: Aislamiento, imposibilidad de compartir, agotamiento físico y mental, problemas circulatorios.
- Turmalina: Celos, somnolencia constante, problemas hepáticos y de vesícula, desarreglos estomacales, acidez.
- Turquesa: Malhumor, ausencia de iniciativa, negatividad extrema, indiferencia, problemas de espalda y columna.
- Zafiro: Insomnio, pesadillas, estrés, alucinaciones, amnesia, hipertensión.
- Zircón: Problemas respiratorios, irritación de bronquios, incapacidad de adaptación, concentración deficiente
Castillejaaaaa, habiendo leído detenidamente tu mensaje sobre las piedras curativas, creo que necesito todas, especialmente un gran diamante; no es que mi voluntad sea débil, ni esté falta de energía, no tiendo a autocompadecerme, y no tengo mareos ni padezco de dolores de cabeza, pero lo que más me "curaría" sería, como te digo, un diamante de por lo menos una libra y tres cuartos. Jajajajajajaaaaaa
Besillos a repartir.
Besillos a repartir.