El verismo musical
Giacomo Puccini A finales del siglo XIX surgió una nueva corriente dramático-musical denominada verismo. Influida por la literatura realista de Zola, la música trató de plasmar las emociones primarias de los protagonistas de las obras e incorporó a la ópera argumentos reales de la vida en sustitución de las tramas de enredo formal, mitológicas o absurdas. El comienzo del verismo musical se hace coincidir con el estreno de Cavalleria rusticana (1890), de Pietro Mascagni (1863-1945), cuyo libreto está sacado del drama escrito por el novelista Verga, principal representante del verismo literario italiano. Otra ópera en un acto, considerada también prototipo del verismo, es Los payasos (1892) de Ruggiero Leoncavallo (1858-1919), obra más pulida y refinada, pero sin la autenticidad de la ópera de Mascagni.
Pero fue Giacomo Puccini (1858-1924) el compositor más importante del verismo, aunque alguna vez utilizó elementos fantásticos. Supo dar un realismo psíquico a sus personajes y se distinguió por su extraordinaria melodía y la originalidad armónica de su orquestación.
Puccini conocía perfectamente la complejidad de la obra teatral y la profunda interdependencia que existe entre los elementos que la componen: el gesto, la palabra, la música y la situación escénica tenían que estar íntimamente relacionados. Por eso, Puccini vigiló el trabajo de sus libretistas y los subordinó a su voluntad, consiguiendo la integración y el equilibrio entre acción, palabra y música.
El primer triunfo de Puccini fue su ópera Manon Lescaut (1833), en la que tuvo que emplear hasta siete libretistas para lograr el texto que él quería. En un período de ocho años compuso La bohéme (1896), Tosca (1900) y Madame Butterfly (1904). Puccini dejó sin acabar su última ópera, Turandot, que terminó su discípulo Alfano
Giacomo Puccini A finales del siglo XIX surgió una nueva corriente dramático-musical denominada verismo. Influida por la literatura realista de Zola, la música trató de plasmar las emociones primarias de los protagonistas de las obras e incorporó a la ópera argumentos reales de la vida en sustitución de las tramas de enredo formal, mitológicas o absurdas. El comienzo del verismo musical se hace coincidir con el estreno de Cavalleria rusticana (1890), de Pietro Mascagni (1863-1945), cuyo libreto está sacado del drama escrito por el novelista Verga, principal representante del verismo literario italiano. Otra ópera en un acto, considerada también prototipo del verismo, es Los payasos (1892) de Ruggiero Leoncavallo (1858-1919), obra más pulida y refinada, pero sin la autenticidad de la ópera de Mascagni.
Pero fue Giacomo Puccini (1858-1924) el compositor más importante del verismo, aunque alguna vez utilizó elementos fantásticos. Supo dar un realismo psíquico a sus personajes y se distinguió por su extraordinaria melodía y la originalidad armónica de su orquestación.
Puccini conocía perfectamente la complejidad de la obra teatral y la profunda interdependencia que existe entre los elementos que la componen: el gesto, la palabra, la música y la situación escénica tenían que estar íntimamente relacionados. Por eso, Puccini vigiló el trabajo de sus libretistas y los subordinó a su voluntad, consiguiendo la integración y el equilibrio entre acción, palabra y música.
El primer triunfo de Puccini fue su ópera Manon Lescaut (1833), en la que tuvo que emplear hasta siete libretistas para lograr el texto que él quería. En un período de ocho años compuso La bohéme (1896), Tosca (1900) y Madame Butterfly (1904). Puccini dejó sin acabar su última ópera, Turandot, que terminó su discípulo Alfano