La segunda mitad del siglo
Ópera de Bizet Carmen
Representación actual de la ópera de Bizet Carmen.
Hacia mediados del siglo XIX surgió la ópera lírica, una nueva tendencia operística derivada de la gran ópera, que fue cultivada por compositores como Gounod, Bizet y Massenet.
Charles-François Gounod (1818-1893), compositor, director de orquesta y organista, su música es melódica, cromática y delicada. Compuso música religiosa y oratorios, mostrando gran interés por la polifonía del siglo XVI, especialmente por Palestrina. Alcanzó la fama con las óperas Fausto, Romeo y Julieta y Mireille.
Georges Bizet (1838-1875), consumado pianista, obtuvo cierto éxito con su ópera Los pescadores de perlas (1863). Pero su triunfo más importante lo alcanzó con Carmen (1874), considerada como la ópera premonitoria del teatro musical verista. Se trata de una obra realista, de extraordinaria riqueza melódica y colorido rítmico-dramático. Fue también un notable autor de piezas sinfónicas, caracterizadas por la calidad de su instrumentación, como la suite La arlesiana (1872).
Camille Saint-Saëns (1835-1921), gran instrumentista de teclado, es autor de la ópera Sansón y Dalila, pero conserva mayor vigencia su música sinfónica, de gran elegancia y rigor constructivo, como el Concierto en sol menor, la Sinfonía número 3 y El carnaval de los animales. Goza también de merecida aceptación su Oratorio de Navidad.
Jules Massenet (1842-1912), profesor del Conservatorio de París durante treinta y cuatro años, fue conocido durante algún tiempo por sus oratorios. Gran maestro de la orquestación, supo conquistar el gusto del público con un estilo melodioso. Se le consideró como el compositor de ópera más famoso de Francia después del estreno de Manon (1884), basada en la novela Manon Lescaut, del abate Prévost. Otras óperas suyas, de entre las veintiuna que compuso, son El Cid, Werther y Don Quijote.
La opereta surgió en Francia como una derivación de la ópera lírica. Es una obra escénica en donde se intercalan fragmentos hablados con otros cantados sobre un argumento frívolo, satírico y humorístico.
Su creador fue el compositor francés de origen alemán Jacques Offenbach (1819-1880), que compuso unas cien operetas y la ópera Los cuentos de Hoffmann (1881). Los títulos de sus operetas más conocidos son Orfeo en los infiernos (1858) y La bella Elena (1864), basada en la guerra de Troya. Offenbach influyó de manera notable en los músicos de Viena, adonde pasaban sus operetas poco después de ser estrenadas en París.
Ópera de Bizet Carmen
Representación actual de la ópera de Bizet Carmen.
Hacia mediados del siglo XIX surgió la ópera lírica, una nueva tendencia operística derivada de la gran ópera, que fue cultivada por compositores como Gounod, Bizet y Massenet.
Charles-François Gounod (1818-1893), compositor, director de orquesta y organista, su música es melódica, cromática y delicada. Compuso música religiosa y oratorios, mostrando gran interés por la polifonía del siglo XVI, especialmente por Palestrina. Alcanzó la fama con las óperas Fausto, Romeo y Julieta y Mireille.
Georges Bizet (1838-1875), consumado pianista, obtuvo cierto éxito con su ópera Los pescadores de perlas (1863). Pero su triunfo más importante lo alcanzó con Carmen (1874), considerada como la ópera premonitoria del teatro musical verista. Se trata de una obra realista, de extraordinaria riqueza melódica y colorido rítmico-dramático. Fue también un notable autor de piezas sinfónicas, caracterizadas por la calidad de su instrumentación, como la suite La arlesiana (1872).
Camille Saint-Saëns (1835-1921), gran instrumentista de teclado, es autor de la ópera Sansón y Dalila, pero conserva mayor vigencia su música sinfónica, de gran elegancia y rigor constructivo, como el Concierto en sol menor, la Sinfonía número 3 y El carnaval de los animales. Goza también de merecida aceptación su Oratorio de Navidad.
Jules Massenet (1842-1912), profesor del Conservatorio de París durante treinta y cuatro años, fue conocido durante algún tiempo por sus oratorios. Gran maestro de la orquestación, supo conquistar el gusto del público con un estilo melodioso. Se le consideró como el compositor de ópera más famoso de Francia después del estreno de Manon (1884), basada en la novela Manon Lescaut, del abate Prévost. Otras óperas suyas, de entre las veintiuna que compuso, son El Cid, Werther y Don Quijote.
La opereta surgió en Francia como una derivación de la ópera lírica. Es una obra escénica en donde se intercalan fragmentos hablados con otros cantados sobre un argumento frívolo, satírico y humorístico.
Su creador fue el compositor francés de origen alemán Jacques Offenbach (1819-1880), que compuso unas cien operetas y la ópera Los cuentos de Hoffmann (1881). Los títulos de sus operetas más conocidos son Orfeo en los infiernos (1858) y La bella Elena (1864), basada en la guerra de Troya. Offenbach influyó de manera notable en los músicos de Viena, adonde pasaban sus operetas poco después de ser estrenadas en París.