El ballet operístico
Ballet de Roberto el diablo
El ballet de Roberto el diablo, óleo sobre lienzo de Edgar Degas, 1871. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
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La ópera y el ballet
La afición del público francés al ballet hizo que se incorporaran escenas de danza a las óperas que carecían de ellas, cuando iban a representarse en París....
En el siglo XIX, el ballet siguió siendo un elemento importante en la ópera, sobre todo en la gran ópera. Contribuía a la espectacularidad que el público pedía de las representaciones operísticas. En algunos casos, el ballet se integraba en el argumento de la ópera, como ocurre con la impresionante danza de las monjas espectrales en Roberto el diablo de Meyerbeer.
De la estrecha conexión entre el ballet y la ópera da fe el hecho de que hubo músicos que compusieron ambas formas musicales.
Uno de los principales exponentes de estos compositores fue el francés Léo Delibes (1836-1891), inspirado autor de ballets como Copelia (1870) y Silvia (1876), y de óperas bufas, como Jean de Nivelle (1880) y Lakmé (1883), su mejor obra, cuyo famoso «Dúo de las flores» no falta en las antologías de música romántica.
Otro músico francés, Édouard Lalo (1823-1892), compuso asimismo óperas y ballets. Entre sus principales obras figuran el ballet Namouna (1882) y la ópera El rey de Ys (1888), además de la espléndida Sinfonía española (1883) para violín y orquesta.
Ballet de Roberto el diablo
El ballet de Roberto el diablo, óleo sobre lienzo de Edgar Degas, 1871. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
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La ópera y el ballet
La afición del público francés al ballet hizo que se incorporaran escenas de danza a las óperas que carecían de ellas, cuando iban a representarse en París....
En el siglo XIX, el ballet siguió siendo un elemento importante en la ópera, sobre todo en la gran ópera. Contribuía a la espectacularidad que el público pedía de las representaciones operísticas. En algunos casos, el ballet se integraba en el argumento de la ópera, como ocurre con la impresionante danza de las monjas espectrales en Roberto el diablo de Meyerbeer.
De la estrecha conexión entre el ballet y la ópera da fe el hecho de que hubo músicos que compusieron ambas formas musicales.
Uno de los principales exponentes de estos compositores fue el francés Léo Delibes (1836-1891), inspirado autor de ballets como Copelia (1870) y Silvia (1876), y de óperas bufas, como Jean de Nivelle (1880) y Lakmé (1883), su mejor obra, cuyo famoso «Dúo de las flores» no falta en las antologías de música romántica.
Otro músico francés, Édouard Lalo (1823-1892), compuso asimismo óperas y ballets. Entre sus principales obras figuran el ballet Namouna (1882) y la ópera El rey de Ys (1888), además de la espléndida Sinfonía española (1883) para violín y orquesta.