La zarzuela grande y el género chico
El barberillo de Lavapiés de Barbieri
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Historias de la zarzuela
Después del estreno de la zarzuela La Gran Vía, a su autor Federico Chueca le robaron en un tranvía la cartera con trescientas pesetas y una fotografía.
En este contexto musical renació el género español de la zarzuela, que estaba olvidado desde el último tercio del siglo XVIII. A mediados del siglo XIX, la zarzuela contó con un grupo de jóvenes compositores, entre los que se encontraban Arrieta, Barbieri, Gaztambide, Hernando y Oudrid.
En una primera etapa se compusieron obras largas, de dos, tres o cuatro actos, con partes habladas. Su principal representante fue Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894), autor de dos obras maestras: El barberillo de Lavapiés y Pan y toros, en las que introdujo el ambiente costumbrista de mitad de siglo, lo castizo y picaresco de la España del tiempo de Goya.
Este tipo de zarzuela, de gran empaque y extensión, constituye el género grande o zarzuela grande.
El género chico nació como hermano menor de la zarzuela al hacerse esta más popular. Es una obra realizada, por lo general, en un solo acto sobre temas castizos o populares a manera de pequeños sainetes.
Los compositores más destacados de ambos géneros fueron Manuel Fernández Caballero (1835-1906), del que merecen citarse Gigantes y cabezudos y El dúo de la Africana; Tomás Bretón, autor de La verbena de la Paloma; Ruperto Chapí, que compuso El rey que rabió y La revoltosa; Federico Chueca (1846-1908), al que se deben La Gran Vía y Agua, azucarillos y aguardiente, y Jerónimo Jiménez (1854-1923), entre cuyas obras cabe recordar La tempranica, La boda de Luis Alonso y El baile de Luis Alonso.
Con la llegada del siglo XX se produjo un cierto decaimiento de la zarzuela, aunque algunos autores revitalizaron el género. Entre estos compositores sobresalen Amadeo Vives (1871-1932), con Bohemios y Doña Francisquita; Pablo Sorozábal (1897-1988), con La tabernera del puerto y La del manojo de rosas; Federico Moreno Torroba (1891-1982), con Luisa Fernanda y La marchenera; y Jacinto Guerrero (1895-1951), con Los gavilanes.
El barberillo de Lavapiés de Barbieri
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Historias de la zarzuela
Después del estreno de la zarzuela La Gran Vía, a su autor Federico Chueca le robaron en un tranvía la cartera con trescientas pesetas y una fotografía.
En este contexto musical renació el género español de la zarzuela, que estaba olvidado desde el último tercio del siglo XVIII. A mediados del siglo XIX, la zarzuela contó con un grupo de jóvenes compositores, entre los que se encontraban Arrieta, Barbieri, Gaztambide, Hernando y Oudrid.
En una primera etapa se compusieron obras largas, de dos, tres o cuatro actos, con partes habladas. Su principal representante fue Francisco Asenjo Barbieri (1823-1894), autor de dos obras maestras: El barberillo de Lavapiés y Pan y toros, en las que introdujo el ambiente costumbrista de mitad de siglo, lo castizo y picaresco de la España del tiempo de Goya.
Este tipo de zarzuela, de gran empaque y extensión, constituye el género grande o zarzuela grande.
El género chico nació como hermano menor de la zarzuela al hacerse esta más popular. Es una obra realizada, por lo general, en un solo acto sobre temas castizos o populares a manera de pequeños sainetes.
Los compositores más destacados de ambos géneros fueron Manuel Fernández Caballero (1835-1906), del que merecen citarse Gigantes y cabezudos y El dúo de la Africana; Tomás Bretón, autor de La verbena de la Paloma; Ruperto Chapí, que compuso El rey que rabió y La revoltosa; Federico Chueca (1846-1908), al que se deben La Gran Vía y Agua, azucarillos y aguardiente, y Jerónimo Jiménez (1854-1923), entre cuyas obras cabe recordar La tempranica, La boda de Luis Alonso y El baile de Luis Alonso.
Con la llegada del siglo XX se produjo un cierto decaimiento de la zarzuela, aunque algunos autores revitalizaron el género. Entre estos compositores sobresalen Amadeo Vives (1871-1932), con Bohemios y Doña Francisquita; Pablo Sorozábal (1897-1988), con La tabernera del puerto y La del manojo de rosas; Federico Moreno Torroba (1891-1982), con Luisa Fernanda y La marchenera; y Jacinto Guerrero (1895-1951), con Los gavilanes.