Yo no he subido nunca en el bigote de ningún motorista, aunque soy bastante pequeña, pero sí subí un día en la
moto con mi tío Félix y me llevó a Bañeres de Mariola (
Alicante) ¡Y sin casco! Cuando me bajé, no estaba
helada de frío, pero sí tan tonta, como para hacerme una solemne quemadura con el tubo de escape, y... ¡Ay qué dolorrrrrrrrrr, ay qué dolorrrrrrrrrrrr, ay qué dolooooooooooooooorrrrrrrrrr!