Adiós, chicos. Voy detrás de estas perdices a ver si cojo alguna; no correré mucho, no vaya a ser que me caiga, y entonces en vez de perdiz, lo que cogeré será "una liebre" Jajajajajaaaaaaaaa. Hasta luegoooooooooooooooooo
jejeje lo tienes claro milagritos tu ya no estas pa correr mucho majeta
Heyyyyyyyyyyyyyyyyy, quieta pará, Castilleja... ¿Cómo qué no estoy para correr mucho? ¡Anda qué no! Estoy para correr, y para correr... me cachis la mar... ¡Hasta las 7 Partidas! Jajajajajaa.
jejeje amos milagritos que cuando nos veamos amos a ser un magaton de esos haber como nos portamos ya te digo que nooooooooooo un beso
JAJAJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAA. ¡Olé tu grasia Sevillana! Eso de: " amos a ser un magatón de esos" ¡me ha encantado" ¿No habrás querido decir, por un casual?: Vamos a hacer un Maratón de esos.
Las Maratones son unas pruebas atléticas que consisten en correr cuarenta y dos mil y pico metros.
Su origen viene de Grecia, y comenzaron a realizarse en honor a un soldado que se llamaba Filipo. Este murió de fatiga cuando corrió velozmente unos 40 Kilómetros, que es la distancia que hay de Maratonas a Atenas. El motivo de su carrera se debió a querer dar la noticia lo antes posible, de la victoria sobre los Persas.
Javier y yo estuvimos allí cuando fuimos hace unos años a Grecia; fuimos pensando en que encontraríamos algo majestuoso, pero no fue así, lo que encontramos fue todo muy normal, aunque volvimos a Atenas contentos por haber pisado tierra Maratona.
Las Maratones son unas pruebas atléticas que consisten en correr cuarenta y dos mil y pico metros.
Su origen viene de Grecia, y comenzaron a realizarse en honor a un soldado que se llamaba Filipo. Este murió de fatiga cuando corrió velozmente unos 40 Kilómetros, que es la distancia que hay de Maratonas a Atenas. El motivo de su carrera se debió a querer dar la noticia lo antes posible, de la victoria sobre los Persas.
Javier y yo estuvimos allí cuando fuimos hace unos años a Grecia; fuimos pensando en que encontraríamos algo majestuoso, pero no fue así, lo que encontramos fue todo muy normal, aunque volvimos a Atenas contentos por haber pisado tierra Maratona.
eso milagritos un maragaton de esos que se ponen to en fila y uno ise preparao ---ya...... pum y salimos toas corriendo aunque yo diria mas bien renqueando y es igua nosotras aunque llegemos ala pared de enfrente ya tenemos bastante n o pretendas tu ahora que corramos los 100 lisos porque de cuesta na de na que la trosis esta ahy la puñetera un beso guapa
Castilleja, se me olvidó decirte que un Maragato procede de la Maragatería, una comarca situada en Casilla- León, por lo tanto, un maragatón, debe ser, un maragato muy ancho y largo, lo que se dice, hombretón corpulento. Jajajajajaja
¡Ay qué cabeza....! También recordé que te gusta mucho la poesiía y las canciones, así que aquí te dejo esto que traje de la Maragatería.
← Los tamboriteros de Sorolla. → Poema: “Danza maragata”.
Ya retumba el tamboril…
La flauta vierte, lejana,
un raudal de antiguos ecos
que hace remanso en el alma.
Voz profunda de la tierra,
con devoción escuchada.
Presurosas y dispuestas,
con la ropa de las arcas
(acampanado manteo,
mandil bordado, de gala,
el pañuelo de merino,
el de cabeza, la chambra),
las mozas llegan en grupos
pintorescos a la plaza.
Sonando las castañuelas,
salen a bailar “la entrada”
con una hilera de mozos
que aguardándolas estaban.
Uno, barbián, luce enorme
peonía en la solapa,
ya su pareja le dice:
-Da la vuelta, resalada;
bien redonda, que se vean
las puntillas de tu enagua…
Entre intensas amapolas
florece sonrisa blanca.
El tamborilero sueña
canciones desmemoriadas.
En recios “porrom-pom-pones”
los “tiru-lirus” levanta.
Corros, jotas y morenas,
en caprichosas mudanzas,
encienden la sangre joven,
los entusiasmos desatan.
y se inicia un alboroto
y se extiende la algazara,
cuando a bailar con “el Sastre”
sale la ti Mari-Juana,
y el ti Quico y “la Canguela”
y otros viejos de pujanza.
Se oye: - ¡Arriba los casados!-
Los jóvenes no se callan…
El aire, espeso, se duerme;
el crepúsculo no avanza.
En sordos “porrom-pom-pones”
los “tiru-lirus” cabalgan.
Viejos, mozos, rapacines;
todos, frenéticos, danzan…
Adquiere el baile un empaque
de seriedad mayestática
severos, los movimientos;
las actitudes, hieráticas.
¿Cuál tu origen, baile activo?
¿Dónde se esconde tu magia?
¿Quién conoce tu secreto,
vieja danza maragata?
Se quiebra el son del tambor;
expira, aguda, la flauta;
tiemblan sinfín de candiles
en las celestes moradas.
Ya la gente, silenciosa,
va camino de su casa,
con la caricia interior
de sabrosas resonancias.
¡Bien haya tu regocijo
tocado de austera gracia!
¡Bien haya el cálido hechizo
que introduces en las almas,
vieja danza de mi tierra,
vieja danza maragata!
Autor: José Cordero Mendaña*
* Hijo de padres maragatos de Quintanilla de Somoza. A la edad de 14 años emigró a Argentina, llevando grabado en mente y corazón el encanto de los bailes maragatos tan animados y alegres en aquella época, cuando había mucha gente joven en los pueblos y también los viejos eran divertidos. Esta composición poética la hizo describiendo aquel auténtico ambiente. Esta poesía figura en el primero de los tres libros de poesía que publicó.
En 2002 falleció en Buenos Aires, capital donde residía."
← Los tamboriteros de Sorolla. → Poema: “Danza maragata”.
Ya retumba el tamboril…
La flauta vierte, lejana,
un raudal de antiguos ecos
que hace remanso en el alma.
Voz profunda de la tierra,
con devoción escuchada.
Presurosas y dispuestas,
con la ropa de las arcas
(acampanado manteo,
mandil bordado, de gala,
el pañuelo de merino,
el de cabeza, la chambra),
las mozas llegan en grupos
pintorescos a la plaza.
Sonando las castañuelas,
salen a bailar “la entrada”
con una hilera de mozos
que aguardándolas estaban.
Uno, barbián, luce enorme
peonía en la solapa,
ya su pareja le dice:
-Da la vuelta, resalada;
bien redonda, que se vean
las puntillas de tu enagua…
Entre intensas amapolas
florece sonrisa blanca.
El tamborilero sueña
canciones desmemoriadas.
En recios “porrom-pom-pones”
los “tiru-lirus” levanta.
Corros, jotas y morenas,
en caprichosas mudanzas,
encienden la sangre joven,
los entusiasmos desatan.
y se inicia un alboroto
y se extiende la algazara,
cuando a bailar con “el Sastre”
sale la ti Mari-Juana,
y el ti Quico y “la Canguela”
y otros viejos de pujanza.
Se oye: - ¡Arriba los casados!-
Los jóvenes no se callan…
El aire, espeso, se duerme;
el crepúsculo no avanza.
En sordos “porrom-pom-pones”
los “tiru-lirus” cabalgan.
Viejos, mozos, rapacines;
todos, frenéticos, danzan…
Adquiere el baile un empaque
de seriedad mayestática
severos, los movimientos;
las actitudes, hieráticas.
¿Cuál tu origen, baile activo?
¿Dónde se esconde tu magia?
¿Quién conoce tu secreto,
vieja danza maragata?
Se quiebra el son del tambor;
expira, aguda, la flauta;
tiemblan sinfín de candiles
en las celestes moradas.
Ya la gente, silenciosa,
va camino de su casa,
con la caricia interior
de sabrosas resonancias.
¡Bien haya tu regocijo
tocado de austera gracia!
¡Bien haya el cálido hechizo
que introduces en las almas,
vieja danza de mi tierra,
vieja danza maragata!
Autor: José Cordero Mendaña*
* Hijo de padres maragatos de Quintanilla de Somoza. A la edad de 14 años emigró a Argentina, llevando grabado en mente y corazón el encanto de los bailes maragatos tan animados y alegres en aquella época, cuando había mucha gente joven en los pueblos y también los viejos eran divertidos. Esta composición poética la hizo describiendo aquel auténtico ambiente. Esta poesía figura en el primero de los tres libros de poesía que publicó.
En 2002 falleció en Buenos Aires, capital donde residía."