Otras escuelas nacionalistas
En otras naciones de Europa y en los Estados Unidos de América, la música nacionalista contó también con importantes compositores.
Así, en Inglaterra, cabe resaltar la obra de Edward Elgar (1857-1934), quien influido por Brahms renovó la música británica. Sus composiciones comprenden las variaciones Enigma, numerosos oratorios, entre ellos el titulado El sueño de Gerontius, la obertura Cockaigne, marchas, como la famosa Pompa y circunstancia, el poema sinfónico Falstaff, cantatas y música de cámara.
Aunque también británico, Frederick Delius (1862-1934) vivió en Francia desde 1888. En su obra, entre romántica e impresionista, se advierte la influencia de Grieg, de quien Delius fue amigo. Compuso óperas como Irmilin, Koanga y Fennimore y Gerda, una Misa, un Réquiem y el poema sinfónico En un jardín de verano.
En Dinamarca, Carl Nielsen (1865-1931) conjugó la expresión de la tradición popular local con el impresionismo europeo, en una obra en la que sobresalen seis sinfonías, el poema sinfónico Pan y Siringa y varios lieder.
En Estados Unidos, Edward Alexander MacDowell (1861-1908), compositor y pianista, introdujo la impronta popular en su música marcada por resonancias de Wagner y Liszt, como el Concierto número 2 y las sonatas para piano, y la Indian Suite para orquesta.
En otras naciones de Europa y en los Estados Unidos de América, la música nacionalista contó también con importantes compositores.
Así, en Inglaterra, cabe resaltar la obra de Edward Elgar (1857-1934), quien influido por Brahms renovó la música británica. Sus composiciones comprenden las variaciones Enigma, numerosos oratorios, entre ellos el titulado El sueño de Gerontius, la obertura Cockaigne, marchas, como la famosa Pompa y circunstancia, el poema sinfónico Falstaff, cantatas y música de cámara.
Aunque también británico, Frederick Delius (1862-1934) vivió en Francia desde 1888. En su obra, entre romántica e impresionista, se advierte la influencia de Grieg, de quien Delius fue amigo. Compuso óperas como Irmilin, Koanga y Fennimore y Gerda, una Misa, un Réquiem y el poema sinfónico En un jardín de verano.
En Dinamarca, Carl Nielsen (1865-1931) conjugó la expresión de la tradición popular local con el impresionismo europeo, en una obra en la que sobresalen seis sinfonías, el poema sinfónico Pan y Siringa y varios lieder.
En Estados Unidos, Edward Alexander MacDowell (1861-1908), compositor y pianista, introdujo la impronta popular en su música marcada por resonancias de Wagner y Liszt, como el Concierto número 2 y las sonatas para piano, y la Indian Suite para orquesta.