¿tienes una panadería?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Generación del 51...

Generación del 51

Cristóbal Halffter España recuperó relevancia artística en el campo musical en la década de 1950 gracias a la labor de un grupo de compositores a los que se suele encuadrar en la llamada «generación del 51».

Juan Hidalgo (1927), de origen canario, discípulo de John Cage, es un músico de proyección internacional, el primer compositor español invitado a los míticos festivales de Darmstadt y el primero en realizar música electroacústica. En 1964 toma parte en Madrid en la creación de ZAJ, un grupo de vanguardia que se manifiesta en conciertos, teatro musical, arte postal y libros. En su obra cabe resaltar títulos como Ukanga y Caurga.

Ramón Barce (1928), crítico y compositor, pasó del atonalismo a componer música aleatoria. Creó en 1965 un nuevo sistema armónico denominado «Sistema de niveles», que utiliza a partir de entonces en sus composiciones. Entre estas figuran obras como el quinteto de viento Parábola, Las cuatro estaciones, Obertura fonética, Canadá Trío y la ópera Los bárbaros.

Carmelo Bernaola (1929-2002), poseedor de una gran formación musical, evolucionó desde unos comienzos academicistas y un período central en el que su música denota la influencia de la Escuela de Viena, del atonalismo y del serialismo, hasta adquirir a partir de los años setenta un lenguaje propio, en el que combina técnicas de control con métodos aleatorios y experiencias postseriales. Entre sus obras citaremos Heterofonías, Relatividades, Sinfonía en do y Las negaciones de Pedro.

Luis de Pablo (1930), compositor bilbaíno de formación autodidacta, su música, expresada por medio de técnicas nuevas y soluciones de gran originalidad, goza de prestigio internacional. Entre sus obras más importantes pueden citarse Coral, Radial, Módulos I y las óperas Protocolo, Kiu, El viajero indiscreto, La madre invita a comer y La señorita Cristina. Ha practicado la electroacústica en We, Tamaño natural y Soledad interrumpida.

Cristóbal Halffter (1930), sobrino de los también compositores Rodolfo y Ernesto, fue director del conservatorio de Madrid. En su obra, influida por Falla, Béla Bartók, Stravinsky y el dodecafonismo, merecen mencionarse Misa ducal, Microformas, Secuencias, Réquiem por la libertad imaginada, Elegías a la muerte de tres poetas españoles, Mural sonante y la ópera Don Quijote.

Josep Maria Mestres Quadreny (1929) creó junto con Xavier Benguerel, Joaquín Homs, Joan Guinjoan y Josep Soler el «Grup de Compositors Catalans». Ha experimentado con diferentes técnicas, como la aplicación del ordenador a la creación musical. Entre sus obras sobresalen Suite bufa, Estro aleatorio, Vegetación sumergida, Doble concierto, Espacio sonoro, la ópera El ganso e Ibemia, obra compuesta mediante ordenador.

Xavier Benguerel (1931) retornó del exilio en Santiago de Chile en 1954, estableciéndose en Barcelona. Su música revela un marcado sello vanguardista en composiciones como Cantata d'amic i amat, sobre un texto de Ramón Llull, Nocturno de los avisos, sobre un texto de Pedro Salinas, y Concertante, para guitarra, instrumento para el que ha compuesto numerosas obras.

Joan Guinjoan (1931), director de orquesta y crítico, en su faceta de compositor, influido por la vanguardia musical francesa, basa su producción en la experimentación rítmica, tímbrica y dinámica. Ha escrito obras como el ballet Los cinco continentes, Trama, Magma y Acta est fabula. Son de destacar también sus composiciones para guitarra Phrase y Cielo vacío.

Antón García Abril (1933) es un compositor polifacético, autor de una abundante obra en la que alterna la innovación con los ritmos tradicionales. Son de resaltar las composiciones Concierto para piano y orquesta, la tragicomedia musical Don Juan, Cántico a la Pietà, para soprano y violonchelo, Concierto aguediano, para guitarra y orquesta, y Cantos de pleamar. Ha compuesto también música para el cine y la televisión.