ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Hola Rosa, ¿Qué nos cuentas de nuevo a parte de tus...

Las últimas generaciones
Tras la generación del 51, están activos en España músicos de todas las tendencias, entre los que cabe mencionar a los siguientes:

Leonardo Balada (1933) ha ocupado puestos de importancia internacional, como el de director musical del Contemporary Music Ensemble. En sus composiciones muestra un gran dominio de la instrumentación, sobre todo de la guitarra, y de la técnica musical. Entre sus obras recordemos Concierto para guitarra y orquesta, Persistencias y Concierto mágico.

Claudio Prieto (1934) es un profundo conocedor del lenguaje musical clásico y contemporáneo, que ha sabido renovar en la estructura formal y en las pautas tímbricas y rítmicas, con obras dedicadas a la naturaleza, como Preludio de verano, a motivos religiosos, como Hechos de la Pasión y Catedral de Toledo, o culturales, como Concierto mediterráneo.

Josep Soler (1935) ha compaginado la composición con la enseñanza y la publicación de ensayos. Su música ha evolucionado desde el dodecafonismo y el atonalismo libre a la utilización de un lenguaje original. Entre sus principales obras figuran Edipo y Yocasta, ópera oratorio, Danse, Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y Ciclo solar.

Ángel Oliver (1937-2005), pedagogo, intérprete de órgano, de piano, director de coros y compositor, representa una corriente moderada hacia el modernismo. Ha compuesto numerosas piezas para música de cámara, Églogas sobre el nacimiento y muerte de Cristo, para solistas vocales, coro y orquesta, y Ómicron 73, para conjunto instrumental.

Francisco Cano (1939) es un compositor ecléctico y minucioso, que combina preparación técnica y fantasía, como demuestran sus obras Cuarteto número 1, para cuarteto de cuerda, Diferencias agógicas, para quinteto de viento, de estilo serialista, y Pequeña suite iberoamericana, para acordeón y orquesta.

Jesús Villa Rojo (1940), compositor, intérprete brillante de clarinete, profesor y autor de varios tratados teóricos fundamentales, su música funde influencias de Bartók, Falla y Messiaen con hallazgos personales y técnicas novedosas, como la utilización de cinta magnética. De sus muchas composiciones destacan Tres piezas sobre ritmos desvirtuados, para quinteto de viento, Antilogía (1980), obra sinfónica de acertada experimentación sonora, y Cantar de Federico (1986), para soprano y flauta.

Tomás Marco (1942), discípulo de Stockhausen, Boulez y Ligeti, ha experimentado con las nuevas técnicas sonoras. Ha sido galardonado con múltiples premios de importancia internacional por obras como Vitral para órgano y orquesta de cuerda, Aura para cuarteto de cuerda, Mysteria para orquesta y Autodafé para piano, órgano y 3 conjuntos instrumentales. Ha cultivado también el teatro musical y la música para danza.

Francisco Guerrero (1951-1997) es un compositor de obra compleja y difícil de definir estéticamente. Dotado de una gran capacidad creativa, quizás sea en su música de cámara donde ha conseguido, musicalmente, los logros más importantes, como en el Concierto de cámara, Anemos C, Rhea y Delta Cephei.

Hola Rosa, ¿Qué nos cuentas de nuevo a parte de tus musicales mensajes? Jolín, no veas lo qué vamos a aprender de música. ¡Creo que vamos a terminar todos melómanos! Que no es lo mismo que llevar un melón en las manos Jajajajaja
Un beso, guapa.