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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La conciencia...

La conciencia
La duración real se revela en la vida interior, lugar al que se accede a través de la experiencia interna. Bergson pensaba que la duración es «de esencia psicológica», lo que en su caso equivale a afirmar que la duración real es cosa espiritual o impregnada de espiritualidad. Dicha existencia espiritual es un cambio incesante, una corriente continua e ininterrumpida que varía sin tregua. No es espacial ni calculable. No es posible reducir la duración de la conciencia al tiempo homogéneo del que habla la ciencia, constituido por instantes iguales que se suceden.

El continuo sucederse de los estados de conciencia en modo alguno queda fielmente reflejado en la imagen de los peldaños de una escalera, de una línea de puntos o de anillos de una cadena. Los estados de conciencia, por el contrario, no se sustituyen los unos a los otros (son heterogéneos), sino que se disuelven en una continuidad fluida. La conciencia no es una multiplicidad numérica de estados, sino una «multiplicidad indistinta o cualitativa» (expresión de Bergson) de un solo estado, que, como un torrente, dura y se distiende sin corte alguno