El sonido como lenguaje
En épocas primitivas, el hombre utilizó el sonido como un sustituto del lenguaje: adonde no llegan las palabras puede llegar el sonido de un instrumento de percusión y, utilizando el sonido como un código cuyo significado se conoce, puede comunicarse con una tribu vecina.
Pero ese mismo hombre primitivo se dio cuenta también de que el sonido susurrado al oído de un niño provocaba la calma e invitaba al sueño, mientras que una figura rítmica insistentemente repetida estimulaba a la lucha.
De todas estas comprobaciones acumuladas en la mente humana durante siglos ha ido surgiendo el hallazgo de la posibilidad de utilizar el sonido con intención de influir en el ánimo o en la voluntad de quien escucha. A través de un proceso muy largo y complejo, el sonido se ha convertido en arte, en el arte de la música.
En épocas primitivas, el hombre utilizó el sonido como un sustituto del lenguaje: adonde no llegan las palabras puede llegar el sonido de un instrumento de percusión y, utilizando el sonido como un código cuyo significado se conoce, puede comunicarse con una tribu vecina.
Pero ese mismo hombre primitivo se dio cuenta también de que el sonido susurrado al oído de un niño provocaba la calma e invitaba al sueño, mientras que una figura rítmica insistentemente repetida estimulaba a la lucha.
De todas estas comprobaciones acumuladas en la mente humana durante siglos ha ido surgiendo el hallazgo de la posibilidad de utilizar el sonido con intención de influir en el ánimo o en la voluntad de quien escucha. A través de un proceso muy largo y complejo, el sonido se ha convertido en arte, en el arte de la música.