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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Las texturas musicales...

Las texturas musicales
Según la forma en la que se relacionan las distintas voces en una pieza musical, podemos distinguir diferentes texturas:

1. Textura monofónica. Su base es una melodía pura, sin acompañamiento de ninguna especie. El canto gregoriano y casi toda la música de la Antigüedad son monofónicos.
2. Textura homofónica. Se trata de una textura en la que participan varias líneas melódicas que no son independientes. Funcionan de manera compacta desde el punto de vista vertical y, por tanto, rítmico y armónico. Un buen ejemplo de textura homofónica pueden ser los corales a cuatro voces de J. S. Bach. Existe un tipo de textura homofónica que es la melodía acompañada donde un melodía principal es acompañada por otras voces, melódicas o armónicas de importancia menor. Por ejemplo, cuando un cantante se acompaña a la guitarra.
3. Textura polifónica. Es el resultado de varias líneas melódicas que suenan de forma simultánea e independiente y que convergen en un todo armónico. Este es el estilo que han practicado los grandes músicos a partir del siglo XIV. Desde el siglo XV, la mayor parte de la música culta es polifónica.
4. Textura no melódica. En ella, la melodía no es reconocible bajo ningún aspecto. En el estilo inmelódico se enmarca la mayor parte de la música de vanguardia: concreta, abstracta, electrónica, aleatoria, etc.
Aunque puede establecerse una sucesión histórica de estos cuatro estilos, todos ellos coexisten en la actualidad. Así, hay autores de vanguardia que siguen cultivando la línea melódica. Cada compositor se encuadra en uno de estos estilos, pero además posee rasgos peculiares que constituyen su sello o estilo personal.