Murió de mal de aroma.
Rosa idéntica, exacta.
Subsistió a su belleza,
sucumbió a su fragancia.
No tuvo nombre: acaso
la llamarían Rosaura,
o Rosa-fina, o Rosa
Del amor, o Rosalba;
o simplemente: Rosa,
como la nombra el agua.
Mas le hubiera valido
ser siempreviva, Dalia,
pensamiento con luna
como un ramo de acacia.
Pero ella será eterna:
fue rosa; y eso basta;
Dios la guarde en su reino
a la diestra del alba
Rosa idéntica, exacta.
Subsistió a su belleza,
sucumbió a su fragancia.
No tuvo nombre: acaso
la llamarían Rosaura,
o Rosa-fina, o Rosa
Del amor, o Rosalba;
o simplemente: Rosa,
como la nombra el agua.
Mas le hubiera valido
ser siempreviva, Dalia,
pensamiento con luna
como un ramo de acacia.
Pero ella será eterna:
fue rosa; y eso basta;
Dios la guarde en su reino
a la diestra del alba
Buenas tardes Castiiiiiiiiiii. Qué bonita esta poesía, sólo le faltó al autor llamarla Rosalina, que es como se llama una chica de Alconchel con la que llegué a jugar mucho. Es pelirroja y con pecas pero mu graciosa y muy buena persona. Recuerdo que cuando éramos pequeñas a ella le gustaban mucho las patatas fritas; a todos los chicos nos gustaban, y nos gustan mucho, pero a élla le gustaban muchísimo más que a nadie del mundo mundial. Supongo que con el paso de los años ya se le habrá pasado "la falera".
Un beso guapa.
Un beso guapa.