Tercera Situación:
Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde. Su
trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor Juan, que iba a ser incinerado, hizo un
asombroso descubrimiento:
¡Juan tenía la "parte" más grande que nunca había visto!
-Lo siento señor Juan -dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a
incinerar con tremenda "parte". Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la "parte" del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a
casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
-Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡Dios mío! -gritó ella- ¡Juan está muerto!
Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde. Su
trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor Juan, que iba a ser incinerado, hizo un
asombroso descubrimiento:
¡Juan tenía la "parte" más grande que nunca había visto!
-Lo siento señor Juan -dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a
incinerar con tremenda "parte". Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la "parte" del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a
casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
-Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡Dios mío! -gritó ella- ¡Juan está muerto!