Tercera Situación:
Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde. Su
trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor Juan, que iba a ser incinerado, hizo un
asombroso descubrimiento:
¡Juan tenía la "parte" más grande que nunca había visto!
-Lo siento señor Juan -dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a
incinerar con tremenda "parte". Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la "parte" del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a
casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
-Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡Dios mío! -gritó ella- ¡Juan está muerto!
Un empleado de una funeraria estaba una noche trabajando hasta tarde. Su
trabajo era examinar el cuerpo de los muertos antes de ser enviados a enterrar o incinerar.
Cuando examinó el cuerpo del señor Juan, que iba a ser incinerado, hizo un
asombroso descubrimiento:
¡Juan tenía la "parte" más grande que nunca había visto!
-Lo siento señor Juan -dijo el empleado-, pero no puedo enviarlo a
incinerar con tremenda "parte". Tiene que ser guardada para la posteridad.
Dicho esto separó la "parte" del cuerpo, la puso en su maletín y se fue a
casa.
A la primera persona que se la mostró fue a su esposa:
-Tengo algo que mostrarte que no vas a creer -le dijo, y abrió el maletín.
- ¡Dios mío! -gritó ella- ¡Juan está muerto!
Cuarta Situación:
Una mujer estaba en la cama con su amante cuando oyó al marido abrir la
puerta principal.
-Rápido -le dijo- quédate de pie en el rincón.
Luego le untó rápidamente aceite de bebé por todo el cuerpo y lo espolvoreó
con talco.
-No te muevas hasta que yo te lo diga -le susurró- y simula que eres una
estatua.
- ¿Qué es esto amor? -le preguntó su esposo cuando entró al cuarto.
-Ah, es una estatua -le contestó ella- Los Rodríguez compraron una para su
dormitorio, y me gustó tanto que compré una para nosotros.
Nada más se dijo acerca de la estatua.
Alrededor de las dos de la mañana, el marido se bajó de la cama, fue a la
cocina y regresó con un sándwich y un vaso de leche.
-Toma -le dijo a la estatua- come algo. Yo estuve de pie como un idiota 3
días en la casa de los Rodríguez y nadie me ofreció ni un vaso de agua.
Una mujer estaba en la cama con su amante cuando oyó al marido abrir la
puerta principal.
-Rápido -le dijo- quédate de pie en el rincón.
Luego le untó rápidamente aceite de bebé por todo el cuerpo y lo espolvoreó
con talco.
-No te muevas hasta que yo te lo diga -le susurró- y simula que eres una
estatua.
- ¿Qué es esto amor? -le preguntó su esposo cuando entró al cuarto.
-Ah, es una estatua -le contestó ella- Los Rodríguez compraron una para su
dormitorio, y me gustó tanto que compré una para nosotros.
Nada más se dijo acerca de la estatua.
Alrededor de las dos de la mañana, el marido se bajó de la cama, fue a la
cocina y regresó con un sándwich y un vaso de leche.
-Toma -le dijo a la estatua- come algo. Yo estuve de pie como un idiota 3
días en la casa de los Rodríguez y nadie me ofreció ni un vaso de agua.