Como trasfondo de la Heroica, compuesta en el año 1804, se encuentra la Revolución Francesa y la admiración que el artista profesaba a Napoleón Bonaparte, en quien Beethoven suponía encarnados los valores revolucionarios. De hecho, el título original era Sinfonía grande intitulada Bonaparte, aunque luego Beethoven retiró la dedicatoria cuando Bonaparte se autoproclamó emperador.
Antes de comenzar la composición, Beethoven declaró a uno de sus amigos que estaba muy descontento con sus obras y que deseaba emprender un rumbo nuevo.
Mientras que las dos primeras sinfonías de Beethoven recuerdan las obras maduras de Haydn y Mozart, la Heroica es claramente una obra original que anuncia una nueva época del siglo sinfónico.
Se atiene a los principios clásicos de tonalidad y del uso de los temas y motivos de la sonata, pero los lleva a límites tan extremos que, exceptuando la Novena, es la más innovadora de todas las sinfonías de Beethoven. La Heroica dura casi el doble que las sinfonías más extensas anteriores a ella.
Pero todas sus innovaciones formales y de colorido orquestal son algo más que meros efectos: forman parte integral del trazado de la obra y son la principal justificación del aspecto de la Snfonía -su desusada duración- que los contemporáneos de Beethoven encontraron más desagradable en su estreno de 1805.
Antes de comenzar la composición, Beethoven declaró a uno de sus amigos que estaba muy descontento con sus obras y que deseaba emprender un rumbo nuevo.
Mientras que las dos primeras sinfonías de Beethoven recuerdan las obras maduras de Haydn y Mozart, la Heroica es claramente una obra original que anuncia una nueva época del siglo sinfónico.
Se atiene a los principios clásicos de tonalidad y del uso de los temas y motivos de la sonata, pero los lleva a límites tan extremos que, exceptuando la Novena, es la más innovadora de todas las sinfonías de Beethoven. La Heroica dura casi el doble que las sinfonías más extensas anteriores a ella.
Pero todas sus innovaciones formales y de colorido orquestal son algo más que meros efectos: forman parte integral del trazado de la obra y son la principal justificación del aspecto de la Snfonía -su desusada duración- que los contemporáneos de Beethoven encontraron más desagradable en su estreno de 1805.