"En Roma, como en Roma".
Nuestro comportamiento, nuestros modales, nuestro atuendo y hasta nuestra generosidad debe acomodarse al lugar en que se esté. No se debe vestir en casa como en la calle, ni en la calle como en una fiesta de sociedad; no se puede ser igual entre amigos y parientes que entre desconocidos y extraños; ni entre iguales e inferiores como entre superiores y de alta alcurnia.
Nuestro comportamiento, nuestros modales, nuestro atuendo y hasta nuestra generosidad debe acomodarse al lugar en que se esté. No se debe vestir en casa como en la calle, ni en la calle como en una fiesta de sociedad; no se puede ser igual entre amigos y parientes que entre desconocidos y extraños; ni entre iguales e inferiores como entre superiores y de alta alcurnia.