ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Comentario...

Comentario

Retrato de Frédéric Chopin
Como los demás románticos, Chopin abandonó las fórmulas clásicas de composición en favor de formas muy diversas, dependiendo de la clase de ideas musicales en las que en cada momento trabajaba.

Así, la sensibilidad del lied se expresa en formas pianísticas breves, de forma musical libre y títulos como «romanza», «impromptu», «preludio», «balada» o «fantasía».

La predilección que ya desde su juventud demostró por las estructuras simples dio libertad a su imaginación y confirió a muchas de sus composiciones un carácter espontáneo, casi de improvisación, que pareció un defecto a algunos de sus contemporáneos y que hoy es, en cambio, uno de sus mayores aciertos.

En sus Nocturnos y Preludios, Chopin impuso un estilo pianístico personal sobre las tradiciones heredadas, transformando los géneros establecidos de modo muy notable.

A principios de los años 1830, el pianista y compositor irlandés John Field había logrado conquistar al público con sus Nocturnos, piezas lentas y atmosféricas caracterizadas por melodías de bel canto enriquecidas con ornamentos pianísticos y acompañadas a menudo por acordes arpegiados.

Mientras que las piezas de Field caen con frecuencia en el sentimentalismo, los Nocturnos de Chopin muestran una profundidad psicológica que en ocasiones alcanza contrastes dramáticos.