ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Ana Olmos, qué alegría tenerte de nuevo por aquí, pensaba...

Te llevé sin preguntarte ni tu nombre
con mi brazo encadenado a tu cintura,
asalté tu intimidad y tu ternura
para amar sin más razones que el amor.
Nos besamos sin decir una palabra,
fuimos cómplices callados del verano
y mis manos temblorosas se quemaron
seducidas por el fuego de tu piel.

Amor salvaje...
juntos cruzamos los umbrales del pecado,
con el puñal de la pasión nos desgarramos
sin derramar ni una gotita de dolor..!

Amor salvaje...
como una selva tropical nos incendiamos
en un instante, sin saber que no dejamos
ni una ramita de ilusión para después.

Anhelante, como un puma entre las sombras,
desgajé tu cuerpo entero con mis besos,
atrapado por las lunas de tu pecho,
por el cálido gemido de tu voz...

Y montados en el potro del deseo
sin fronteras por la noche galopamos,
y nos vio la madrugada con ojeras,
desvelados, diciéndonos adiós

Castilleja, mi arma, vaya poesías chulas que pones; y de la foto no te digo nada....

Buenas noches, Milagros, Castilleja, abrigaos bien que el frío a prieta ¡

Un cordial saludo.

Ana Olmos, qué alegría tenerte de nuevo por aquí, pensaba que ya no escribías en los foros pues hace tiempo que no veo ningún mensaje tuyo; claro que tampoco he ido por tu pueblo desde hace días. Te prometo que ahora mismo, voy para allá. Un beso