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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

BEETHOVEN. Genio, revolucionario, y libertador de la música.

Si a pesar de haber existido Bach y Mozart, el mundo, con unánime asenso considera a Ludwig van Betethoven el más grande de todos los compositores, no es sin motivos. Ninguno, como él, logró producir tal sensación de magnitud, de personalidad, de fuerza e integridad, de una lógica estructural unida a una total visión conceptual del mundo.

Se suele decir que, en presencia de sus más grandes obras, el hombre empequeñece y se siente arrastrado por el torrente de su desbordada fantasía. Incluso se ha llegado a decir que, incluso los más grandes genios musicales que vinieron después de él temblaban y palidecían al hablar o escribir sobre su figura. Ellos, mejor que nadie, supieron cuánta era la grandeza del "Divino sordo"...

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Nacido "el divino sordo" en Bonn (Alemania), el año 1770 sigue proyectando su sombra gigantesca sobre la historia de la música. Los propios vanguardistas que abominan de la música romántica y preconizaban una especie de anarquía musical en la que cualquier incongruente serie de sonidos recibe el nombre de música, se postran de hinojos ante Beethoven. Reconocen en él a un espíritu afín, a un inconformista con los modos y tradiciones de su época, a un músico decidido a forjar moldes nuevos para sus nuevas ideas. Lo consideraron, en suma, un revolucionario. No sólo dio nueva forma a la música, sino a la idiosincrasia misma del compositor...

Antes del autor de las nueve sinfonías, los compositores se juzgaban meros artesanos hábiles que suministraban al público una mercancía, sin que la idea de escribir para la posteridad les pasara por la cabeza. Pero Beeethoven era de casta especial, y él lo sabía. Creador nato, era, por ende, superior a reyes y a príncipes...
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GENIO INCANDESCENTE.

Beethoven poseía lo que le faltó a Mozart: una personalidad colosal que sobrecogía a cuantos se acercaban a él. "No he conocido jamás a un artista de tamaña concentración espiritual e intensidad", escribió Goethe, "de tanta vitalidad y grandeza de ánimo. No resulta difícil comprender cuán arduo ha de resultarle acomodarse al mundo y a sus exigencias "...