Buenas tardes Victoria, feliz tarde carnavalera, y decirte que lo que has escrito es una bonita poesía.
Hará cosa de una hora, hemos visto pasar por mi calle a las carrozas del barrio donde vivo; cuando mis hijos estaban en edad escolar, raro fue el año que no salíamos un grupo de madres disfrazadas junto a nuestros hijos con la carroza del colegio. Pasábamos un poco de frío, pero entonces, con 30 años menos, estábamos en la flor de la vida y no nos asustaba el frío. Pasábamos, las madres, unos días estupendos y divertidos con las preparaciones de los disfraces que cada año hacíamos diferentes. Luego también disfrutábamos viendo a nuestro hijos como se divertían. Ahora, del grupo aquel de madres, sólo queda una que no es abuela, así que son los padres los que se ocupan estos días de disfrazar a nuestros nietos. Los años de colegio de mis hijos, son todos de buenos recuerdos, aunque al principio, las que ahora son mis amigas, me tachaban de "antipática", hasta que un día en una excursión, descubrieron que era todo lo contario, y es que a veces, no se puede juzgar a las personas al primer golpe de vista, y menos si no has tenido oportunidad de haber hablado con ellas. Aunque a mí me ha pasado eso mismo más de una vez, como alguien que dijo que yo era poco sociable... En fin, es cuestión de ir conociendo un poco más a las personas antes de dar un "veredicto".
Bueno ya no termino, que a este paso te voy a contar mi vida y parte de la del vecino. Un beso y hasta luego.
Hará cosa de una hora, hemos visto pasar por mi calle a las carrozas del barrio donde vivo; cuando mis hijos estaban en edad escolar, raro fue el año que no salíamos un grupo de madres disfrazadas junto a nuestros hijos con la carroza del colegio. Pasábamos un poco de frío, pero entonces, con 30 años menos, estábamos en la flor de la vida y no nos asustaba el frío. Pasábamos, las madres, unos días estupendos y divertidos con las preparaciones de los disfraces que cada año hacíamos diferentes. Luego también disfrutábamos viendo a nuestro hijos como se divertían. Ahora, del grupo aquel de madres, sólo queda una que no es abuela, así que son los padres los que se ocupan estos días de disfrazar a nuestros nietos. Los años de colegio de mis hijos, son todos de buenos recuerdos, aunque al principio, las que ahora son mis amigas, me tachaban de "antipática", hasta que un día en una excursión, descubrieron que era todo lo contario, y es que a veces, no se puede juzgar a las personas al primer golpe de vista, y menos si no has tenido oportunidad de haber hablado con ellas. Aunque a mí me ha pasado eso mismo más de una vez, como alguien que dijo que yo era poco sociable... En fin, es cuestión de ir conociendo un poco más a las personas antes de dar un "veredicto".
Bueno ya no termino, que a este paso te voy a contar mi vida y parte de la del vecino. Un beso y hasta luego.