VENGANZA NUMERO 3
El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y muy débil, le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.
- No, no, tranquilo, no hagas ningún esfuerzo.
- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz.
Te quiero confesar algo.
- Está bien, está bien. ¡Habla!
- He tenido relaciones con tu hermana, con tu madre y tu mejor amiga. Ella muy afectada le dijo:
Lo sé, lo sé ¡Por eso te envenené, hijo de puta!
Manda este correo a todas las mujeres que conozcas para que pasen un buen rato... y a hombres con buen humor para que se den cuenta que las mujeres:
Son mansas pero no TONTAS!
Bueno, pues "mandado" está, así que... ¡Va por vosotros, visitantes del foro! Y por lo menos reiros un poco que eso va bien para la salud. Besetes
El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer. Con voz ronca y muy débil, le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.
- No, no, tranquilo, no hagas ningún esfuerzo.
- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz.
Te quiero confesar algo.
- Está bien, está bien. ¡Habla!
- He tenido relaciones con tu hermana, con tu madre y tu mejor amiga. Ella muy afectada le dijo:
Lo sé, lo sé ¡Por eso te envenené, hijo de puta!
Manda este correo a todas las mujeres que conozcas para que pasen un buen rato... y a hombres con buen humor para que se den cuenta que las mujeres:
Son mansas pero no TONTAS!
Bueno, pues "mandado" está, así que... ¡Va por vosotros, visitantes del foro! Y por lo menos reiros un poco que eso va bien para la salud. Besetes