Grabado, esclavitud americana
La novena y última sinfonía de Dvorak fue escrita a principios de 1893, mientras su autor vivía en Estados Unidos siguiendo una generosa invitación para enseñar y dirigir su música ante un público que lo recibió con los brazos abiertos.
Las condiciones eran, pues, muy favorables para la composición de una nueva sinfonía que terminaría por convertirse en una de las más aclamadas del repertorio sinfónico. El subtítulo Del nuevo mundo fue elegido por el propio Dvorak.
Es una sinfonía de estructura tradicional que consta de cuatro movimientos y presenta elementos de la música espiritual negra americana e incluso india. El mismo Dvorak comentó acerca de ella que «aquellos que tengan un oído fino y sensible detectarán la influencia de América».
Se han propuesto muchas melodías populares como antecedentes de los temas de sabor norteamericano utilizados en esta obra. Pero fue el propio Dvorak quien señaló que se trataba en realidad de sus propios temas, «incorporando en ellos las cualidades de la música americana».
La orquesta incluye la instrumentación habitual y una percusión bastante amplia. Destacan los instrumentos de viento-metal: dos trompetas, cuatro trompas, tres trombones y una tuba.
La novena y última sinfonía de Dvorak fue escrita a principios de 1893, mientras su autor vivía en Estados Unidos siguiendo una generosa invitación para enseñar y dirigir su música ante un público que lo recibió con los brazos abiertos.
Las condiciones eran, pues, muy favorables para la composición de una nueva sinfonía que terminaría por convertirse en una de las más aclamadas del repertorio sinfónico. El subtítulo Del nuevo mundo fue elegido por el propio Dvorak.
Es una sinfonía de estructura tradicional que consta de cuatro movimientos y presenta elementos de la música espiritual negra americana e incluso india. El mismo Dvorak comentó acerca de ella que «aquellos que tengan un oído fino y sensible detectarán la influencia de América».
Se han propuesto muchas melodías populares como antecedentes de los temas de sabor norteamericano utilizados en esta obra. Pero fue el propio Dvorak quien señaló que se trataba en realidad de sus propios temas, «incorporando en ellos las cualidades de la música americana».
La orquesta incluye la instrumentación habitual y una percusión bastante amplia. Destacan los instrumentos de viento-metal: dos trompetas, cuatro trompas, tres trombones y una tuba.