También el día 30 de abril de hace seis años escribí este mensaje.
"2006-04-30 11:20:44 Día 30 de mayo. Día en que se cantan LOS MAYOS, desde hace muchísimos años, en Alconchel.
Alguien pensará que no tienen nada que ver LOS MAYOS con lo que estamos viendo en esta foto: el cielo de Alconchel de la Estrella, mi pueblo; el campo, las perdices, los guesones, e incluso el reflejo del retrovisor. ¡Pero sí que tiene algo que ver, por lo menos para mí! A mí me "huele " a Alconchel y por eso os pido que me entendáis cuando digo que me gusta mirar estas ventanas y meterme a través de ellas en MI PUEBLO.
Mi pueblo tiene un cielo de tercipelo; días luminosos y noches donde las estrellas resplandecen con un brillo especial.
Las nubes de Alconchel son tan suaves, que me gustaría vestirme de ellas, respirar su aire y pasear sobre esos campos de recia tierra con ellas. Me gustaría vestirme de azul como ellas, porque tanto en primavera como en cualquier estación del año, me doy cuenta de que, sólo con pasar mi mirada sobre estas estrellas aumentan mis ganas de vivir.
Los jóvenes pinos, casi "infantiles", mecen sus tiernas ramas y dan sombra a las perdices y perdigones que pasean entre la soledad y el silencio, respirando el aire perfumado de tomillo y romero ¡Qué suerte tienen éllas! Y que suerte tenemos nosotros, los que estamos lejos, de poder meternos de vez en cuando en Alconchel a través de estas ventanas.
Un beso para todos desde Barcelona. Milagros.”
"2006-04-30 11:20:44 Día 30 de mayo. Día en que se cantan LOS MAYOS, desde hace muchísimos años, en Alconchel.
Alguien pensará que no tienen nada que ver LOS MAYOS con lo que estamos viendo en esta foto: el cielo de Alconchel de la Estrella, mi pueblo; el campo, las perdices, los guesones, e incluso el reflejo del retrovisor. ¡Pero sí que tiene algo que ver, por lo menos para mí! A mí me "huele " a Alconchel y por eso os pido que me entendáis cuando digo que me gusta mirar estas ventanas y meterme a través de ellas en MI PUEBLO.
Mi pueblo tiene un cielo de tercipelo; días luminosos y noches donde las estrellas resplandecen con un brillo especial.
Las nubes de Alconchel son tan suaves, que me gustaría vestirme de ellas, respirar su aire y pasear sobre esos campos de recia tierra con ellas. Me gustaría vestirme de azul como ellas, porque tanto en primavera como en cualquier estación del año, me doy cuenta de que, sólo con pasar mi mirada sobre estas estrellas aumentan mis ganas de vivir.
Los jóvenes pinos, casi "infantiles", mecen sus tiernas ramas y dan sombra a las perdices y perdigones que pasean entre la soledad y el silencio, respirando el aire perfumado de tomillo y romero ¡Qué suerte tienen éllas! Y que suerte tenemos nosotros, los que estamos lejos, de poder meternos de vez en cuando en Alconchel a través de estas ventanas.
Un beso para todos desde Barcelona. Milagros.”