"... A los treinta se ha casado con un señor de cincuenta que dicen que es magistrdo" (La vecinita de enfrente)
"... Porque no tiene familia ni perrito que la ladre ni flores que la diviertan ni risas que la acompañen" (Romance de la otra)
"... Y la vió muerta en el río como el agua la llevaba. ¡Ay corazón parecía una rosa! ¡Ay corazón una rosa muy blanca! (No te mires en el río)
"... Eres tan hermosa como el firmamento lástim que tengas malos pensamientos" (La Salvaora)