
Muchas veces fueron las que junto a mis amigas y compañeras de La Escuela, jugué a La Dola (en algunos lugares, Píndola, Pídola o Piola) Para jugar, algunas veces, mientras saltábamos sobre "el burro" íbamos cantando canciones como esta, por ejemplo.
A la una, anda la mula,
a las dos, con su coz,
a las tres, espolique inglés
a las cuatro, uñas de gato,
a las cinco, te las hinco,
a las seis, dos palmas a la ley,
a las siete, salto y pongo mi cucuruchete,
a las ocho, salto y quito mi bizcocho,
a las nueve, empina la bota y bebe,
a las diez, otra vez...
A la una, anda la mula,
a las dos, con su coz,
a las tres, espolique inglés
a las cuatro, uñas de gato,
a las cinco, te las hinco,
a las seis, dos palmas a la ley,
a las siete, salto y pongo mi cucuruchete,
a las ocho, salto y quito mi bizcocho,
a las nueve, empina la bota y bebe,
a las diez, otra vez...
...
a las once, a llamar a Ponce,
a las doce, comió,
a la una se fue al monte,
en el monte montaña había un pino,
el pino tenía una rama, la rama tenía un nido,
el nido tenía cuatro huevos,
uno blanco, otro colorao,
otro rojo y otro negro,
Cuando cogí el blanco, me quedé manco.
Cuando cogí el rojo me quedé cojo.
Cuando cogí el colorao, me quedé escalabrao.
Cuando cogí el negro, me quedé bueno.
a las once, a llamar a Ponce,
a las doce, comió,
a la una se fue al monte,
en el monte montaña había un pino,
el pino tenía una rama, la rama tenía un nido,
el nido tenía cuatro huevos,
uno blanco, otro colorao,
otro rojo y otro negro,
Cuando cogí el blanco, me quedé manco.
Cuando cogí el rojo me quedé cojo.
Cuando cogí el colorao, me quedé escalabrao.
Cuando cogí el negro, me quedé bueno.
La chica o el chico, en mi caso la chica, porque con La Dola, no valía aquello de "los chicos con las chicas tienen que estar,
los chicos con las chicas han de vivir",
sino los chicos con los chicos, y las chicas con las chicas, así que, como iba diciendo, la chica que saltaba la primera era la que hacía de guia y todas las demás seguian las pautas que ella marcaba antes de saltar sobre una que hacía de burro, -eso sí, sin rebuznar ni dar coces-, y que no dejaba de hacerlo hasta que alguna cometía una falta y la relevaba.
Una de las más "fieras" saltando era mi amiga Cari. Cuando le tocaba a ella de llevar la voz cantante, a mi me cogía temblaera en las rodillas, pues sabía que mucho me había de esforzar para llegar a hacer lo que ella hacía.
¡Qué manera de tomar carrerilla para dar las zancadas más largas...! Cuando la raya, que no la podías pisar, marcaba desde donde habías de comenzar las zancadas, estaba encarada hacia la puerta de Don José, o de la calle donde sale el camino de la Fuente Murcia, a mi me entraba "canguelo", pues como hacían un poco de pendiente, yo siempre pensaba en lo que me podía pasar si tomaba carrerilla, daba una o dos zancadas, se me liaban los pies y me caía de morros. Claro que eso lo pensaba solamente, porque que yo recuerde, no me llegué a caer nunca. ¡Por lo menos jugando a La Dola!
los chicos con las chicas han de vivir",
sino los chicos con los chicos, y las chicas con las chicas, así que, como iba diciendo, la chica que saltaba la primera era la que hacía de guia y todas las demás seguian las pautas que ella marcaba antes de saltar sobre una que hacía de burro, -eso sí, sin rebuznar ni dar coces-, y que no dejaba de hacerlo hasta que alguna cometía una falta y la relevaba.
Una de las más "fieras" saltando era mi amiga Cari. Cuando le tocaba a ella de llevar la voz cantante, a mi me cogía temblaera en las rodillas, pues sabía que mucho me había de esforzar para llegar a hacer lo que ella hacía.
¡Qué manera de tomar carrerilla para dar las zancadas más largas...! Cuando la raya, que no la podías pisar, marcaba desde donde habías de comenzar las zancadas, estaba encarada hacia la puerta de Don José, o de la calle donde sale el camino de la Fuente Murcia, a mi me entraba "canguelo", pues como hacían un poco de pendiente, yo siempre pensaba en lo que me podía pasar si tomaba carrerilla, daba una o dos zancadas, se me liaban los pies y me caía de morros. Claro que eso lo pensaba solamente, porque que yo recuerde, no me llegué a caer nunca. ¡Por lo menos jugando a La Dola!
...
He dicho que no me caí nunca jugando a la Dola, pero sí recuerdo que me he caído unas cuantas veces; una fue, justo cuando comencé a escribir en el foro y me estaba recuperando. Fue en La Plaza de Sans de Barcelona; venía del traumatólogo, pues me dolían los hombros. No explico cual fue el motivo de la caída, -otro día lo haré-, sólo diré que me dolía el pie izquierdo y el brazo derecho, pero yo.... ¡Ni caso! Cogí el autobús y me vine para casa tan campante.
Cuando llegaron mi marido y mi hermana les comenté "el suceso" y me miraron el pie. Como os podéis imaginar lo tenía más moraíto que las sienes de la Lirio, y ellos al verlo, poniendo el grito en el cielo, me aconsejaron ir al médico. Y yo: que no, que no, que esto se me pasa enseguida..., y lo del brazo tampoco es nada..., si he estado tendiendo la ropa y todo... ¡Mañana ya estará bien!
Finalmente, y después de mucho insistir, me cogieron y me llevaron de Urgencias al Clínico. Allí entré más o menos caminando como podía, pero lo bueno fue cómo sali: Con una escayola hasta la rodilla en el pie izquierdo, y con otra en el brazo drecho. ¡No había sido nada! Solamente un esguince en el pie, y una fisura en el codo.
No os voy a contar cómo las pasé de canutas durante un tiempo. Para ducharme, una odisea, para ponerme la ropa, otra, para salir a la calle, el no va más; así que estuve la mayor parte del tiempo sentada en el sofá viendo la televisión o leyendo aunque esto último lo tenía que hacer con el libro sobre las piernas, como cuando fui a la escuela en Alconchel por primera vez, que por falta de bancos me sentaba en un asentillo. Y para pasar la página, lo hacía con la zurda, porque con la diestra... ¡Ni hablar del peluquín! que diríamos en Alconchel.
Gracias que tenía a unos enfermeros que me cuidaban estupendamente: Mi marido, mis hijos y mi hermana, que si no, no sé qué hubiese sido de mí aquellos días.
Bueno pues otro día os explicaré la caida desde lo alto de un árbol y más y más. Un beso "CAIDO" del cielo para todos.
He dicho que no me caí nunca jugando a la Dola, pero sí recuerdo que me he caído unas cuantas veces; una fue, justo cuando comencé a escribir en el foro y me estaba recuperando. Fue en La Plaza de Sans de Barcelona; venía del traumatólogo, pues me dolían los hombros. No explico cual fue el motivo de la caída, -otro día lo haré-, sólo diré que me dolía el pie izquierdo y el brazo derecho, pero yo.... ¡Ni caso! Cogí el autobús y me vine para casa tan campante.
Cuando llegaron mi marido y mi hermana les comenté "el suceso" y me miraron el pie. Como os podéis imaginar lo tenía más moraíto que las sienes de la Lirio, y ellos al verlo, poniendo el grito en el cielo, me aconsejaron ir al médico. Y yo: que no, que no, que esto se me pasa enseguida..., y lo del brazo tampoco es nada..., si he estado tendiendo la ropa y todo... ¡Mañana ya estará bien!
Finalmente, y después de mucho insistir, me cogieron y me llevaron de Urgencias al Clínico. Allí entré más o menos caminando como podía, pero lo bueno fue cómo sali: Con una escayola hasta la rodilla en el pie izquierdo, y con otra en el brazo drecho. ¡No había sido nada! Solamente un esguince en el pie, y una fisura en el codo.
No os voy a contar cómo las pasé de canutas durante un tiempo. Para ducharme, una odisea, para ponerme la ropa, otra, para salir a la calle, el no va más; así que estuve la mayor parte del tiempo sentada en el sofá viendo la televisión o leyendo aunque esto último lo tenía que hacer con el libro sobre las piernas, como cuando fui a la escuela en Alconchel por primera vez, que por falta de bancos me sentaba en un asentillo. Y para pasar la página, lo hacía con la zurda, porque con la diestra... ¡Ni hablar del peluquín! que diríamos en Alconchel.
Gracias que tenía a unos enfermeros que me cuidaban estupendamente: Mi marido, mis hijos y mi hermana, que si no, no sé qué hubiese sido de mí aquellos días.
Bueno pues otro día os explicaré la caida desde lo alto de un árbol y más y más. Un beso "CAIDO" del cielo para todos.