¡Bien por el gallo, hombreeeeeee! Y seguro que el avestruz estaba con la cabeza metida hasta.... allá, como si no hubiese roto un plato. ¡Como se aprovechó de su estatura, eeeeeeeeeeeeeeh! Si el gallo llega a ser de grande como el avestruz, con los "chuletas" que son los gallos, otro gallo nos cantaría. ¡Habrase visto..., qué avestruz más traicionero...!