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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: LA COMARCA DE LA ALEGRÌA...

LA COMARCA DE LA ALEGRÌA

Había tantos niños en aquella aldea, que cada vez que el sol estaba bien alto y esponjado como barrilete de color naranja, los pequeños corrìan por las callejuelas saltando como conejos de monte, sobre los gruesos muros de piedras.

En este poblado, los adultos eran como troncos secos sujetos al suelo (siempre serios y vacíos), pero los ancianos eran como guitarras con mariposas por dentro.

Era tal el amor de los ancianos por los niños, que cuando la placita se vestìa de los colores de la infancia; las abuelas, que se entretenìan bordando sueños en el alma de sus nietos, murmuraban:

Salta en la aldea la algarabía
porque amanece soleado el dìa

Y, luego, al contemplar la brisa, y al ver que èsta pasaba tan rápido, canturreaban llenas de gozo:

Va por el parque, rauda la brisa
tejiendo rondas, atando risas...

y la alegrìa deshoja al viento
mientras los niños juegan contentos

Era costumbre -en la aldea- que todas las tardes los pequeños se reunieran en los espacios libres que encontraban. Asì, la plazuela se llenaba de risas y cantos. Cada encuentro era un festìn para los niños y un regalo para los ancianos.

Casi todos los moradores del lugar, eran labradores, albañiles y artesanos que dedicaban sus ratos de ocio a la jardinería, al mantenimiento de los empedrados frentes de sus casas y a los juegos y tertulias con los niños. Eran, además, personas muy gentiles y amables.

El tiempo pasaba y la comarca se hacìa cada dìa màs popular. Todo el que escuchaba hablar de ella, querìa conocerla. Pero.... sòlo podìan entrar los que amaban la alegrìa. El paso era restringido de tal modo, que en la puerta del caserìo habìan instalado un enorme letrero que decìa:

"solamente se admiten niños, ancianos, titiriteros, malabaristas, comediantes, cuentacuentos, payasos, heladeros, confiteros, vendedores de juguetes y hacedores de sueños"

Asì, los que tenìan alma de niño o de anciano, perdían el camino de regreso y se quedaban para siempre en ese paraíso encantador. En cambio, los que no eran alegres ni festivos, tenìan que pasar de largo frente a la aldea, sin mirar..... ni siquiera con disimulo.

Cuentan que una vez.... hace mucho, pero muchísimo tiempo, pasò por allì un viejecito encorbado, y al ver a tantos niños y abuelos, juntos, comentò:

Esta debe ser La Comarca de la Alegrìa
porque se escucha mucha algarabía

Y..... efectivamente, desde ese dìa, este lugar fue bautizado como: LA COMARCA DE LA ALEGRÌA.

Ahora, cuando alguien escucha hablar de LA COMARCA DE LA ALEGRÌA, dice: ¡Oh!, Ese debe ser el lugar donde conviven en la misma cuadra, Pinocho y el principito........ Ahì mismo donde el patio de Blanca Nieves colinda con el solar de La Cenicienta; donde Gulliver y Miguel Vicente Pata Caliente juegan metras y los niños cantan con La Pàjara Pinta, hacen ronda con Doñana, viajan en arcoiris y conversan con Doña Marìa del Carmen Piñones (la viejecita que le tenìa miedo a los vientos). ¿Ustedes quieren ir hasta allà?........ ¡Vamos!.... ahì mismito queda.

Autora: Inés de Cuevas