Una señora va a comprar una cama. El empleado le muestra una y ella se queja de que es muy baja. El empleado la quiere convencer de que no es baja...
La puedo probar, le pregunta la señora. Sí, cómo no, contesta el empleado.
La señora se saca el jersey, la falda y se acuesta.
Puede venir usted, le dice al empleado. Y éste se acuesta al lado.
Enseguida ella grita: Mi marido!
El empleado quiere meterse debajo de la cama y no puede.
Vió que era baja? Le dice la señora...
La puedo probar, le pregunta la señora. Sí, cómo no, contesta el empleado.
La señora se saca el jersey, la falda y se acuesta.
Puede venir usted, le dice al empleado. Y éste se acuesta al lado.
Enseguida ella grita: Mi marido!
El empleado quiere meterse debajo de la cama y no puede.
Vió que era baja? Le dice la señora...