PENSANDO EN MI NIETO.
Los que somos padres sabemos que en más de una ocasión nos hemos preguntado ¿En qué me he equivocado para que este chico no quiera ir por el camino que le recomendé? ¿Por qué se obstina en desperdiciar su talento? ¿Donde estará el padre tan bueno y sabio que jamás haya tenido que hacerse preguntas cómo estas?
Los que somos padres sabemos que en más de una ocasión nos hemos preguntado ¿En qué me he equivocado para que este chico no quiera ir por el camino que le recomendé? ¿Por qué se obstina en desperdiciar su talento? ¿Donde estará el padre tan bueno y sabio que jamás haya tenido que hacerse preguntas cómo estas?
En realidad, y pensándolo detenidamente, todas las preguntas que podamos hacernos creo que se pueden resumir en una: hasta los mejores padres tienen dificultades con sus hijos, porque ni siquiera nosotros, los padres, somos bastante buenos...