Luz ahora 0,13018 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ......

DOMENICO GRECO Pintor del alma.

"Mi nombre pasará a la posteridad como el de uno de los grandes genios de la pintura"...

Dicen que era un hermoso día de primavera y la luz del sol reverberaba sobre las piedras, dando nuevo colorido a árboles y flores. Sin embargo, en el estudio de El Greco reinaba una una oscuridad absoluta. Cuando un amigo fue a verle para invitarle a dar un paseo, las cortinas estaban echadas y no había ninguna luz encendida...

...
El pintor rechazó la invitación, respondiendo: "No; el sol se interpondría con la luz que brilla en mi interior".
Es ésta una anecdota reveladora de que El Greco fue un hombre de profundos sentimientos religiosos, que vivía mucho tiempo solo y encerrado en sí mismo...

...
De su diario batallar por comprender y expresar sus sentimientos surgió su original estilo: los rostros y los cuerpos que pintaba están extrañamente alargados. Esta distorsión es una evasión del realismo, ingeniosa y estudiada, la cual produce en sus cuadros un tremendo impacto emocional. Dicen los entendidos, que nadie ha pintado jamás a la manera de El Greco...

...
Algunos estudiosos de su obra han encontrado otra explicación distinta para esa anomalía. Dos eminentes oculistas afirmaron que El Greco pintaba con su peculiar estilo porque padecía de miopía y de astigmatismo. Otro afirmó que el estrabismo sólo le permitía hacer uso del ojo izquierdo. Estos razonamientos se aceptaron sin reparo hasta que un cuarto oculista se tomó la molestia de examinar un cuadro de El Geco a través de los Rayos X y descubrió que bajo los alargados torsos, brazos y piernas se ocultaban unos cuerpos de proporciones normales. De esta menera probó que las distorsiones eran deliberadas, y en modo alguno el resultado de algún defecto en la vista del pintor...

...
Algunos críticos de su primera etapa como pintor, le llamaron demente y uno le calificó de morfinómano; ambas acusaciones, evidentemente eran falsas. Basta con estudiar la calidad cerebral de sus lienzos, su cuidada composición, par darse cuenta de que no pueden ser la obra de un demente...

...
El Greco siempre pintaba con parsimonia, creando una composición sólida, la cual es propia de un hombre que además era arquitecto.
Se sabe que guardaba en un armario cien extraños maniquíes que él mismo había confeccionado de arcilla, yeso y cera, y cuando empezaba un lienzo solía agruparlos para formar un modelo del cuadro. Su colorido, a menudo fantástico, la extraña juxtaposición de amarillos, rosas y verdes fuertes eran, por una parte, producto de su deseo de dar contenido dramático a este mencionado impacto emocional, y por otra, resultado de la costumbre del artista, al que le gustaba trabajar con luz artificial, o bien con luz del sol velada por cortinajes...

...
El Greco, indudablemente uno de nuestros más gloriosos pintores, fue ignorado y olvidado hasta casi trescientos años después de su muerte. En fecha tan tardía como 1902 se publicó un libro de arte, aparentemente autorizado, de casi setecientas páginas, en el que ni siquiera se cita su nombre...

...
Su rehabilitación comenzó a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El mundo del arte pasaba por un momento de rebelión contra la pintura tradicional. Cézanne, Monet y otros artistas luchaban por la libertad en el empleo de la luz, la forma y el color. Estos rebeldes descubrieron en El Greco a un pintor tan lozano y moderno como el mejor de los representantes de la escuela de París....

...
Fue un milagro, una verdadera resurrección, la manera en que este pintor pasó del anonimato a la fama mundial. Los marchantes de arte y los coleccionistas invadieron Toledo para revolver desvanes y sótanos...
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
...
Los curas de las pequeñas iglesias y los propietarios particulares, que nunca habían considerado importante tener nada de El Greco, llegaron a la conclusión de que estos incansables compradores estaban un poco chiflados. No obstante, aceptaban gustosamente su dinero, y vendieron auténticas obras maestras por cantidades ridículamente insignificantes...