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Ya estamos por aquí de nuevo, y aunque sea, una perdiz virtual, la de la foto, dejadme que "pegue" por aquí está poesía que Francisco Martinez dedicó a "una prima hermana suya".
La perdiz - Poema de FRANCISCO MARTÍNEZ DE LA ROSA
La perdiz
Cesa un instante siquiera,
Cesa, avecilla, en el canto,
Y no atraigas a los tuyos
Con tu pérfido reclamo:
El mismo dueño a quien sirves,
Te arrancó del nido amado,
Te robó la libertad,
Te desterró de los campos;
Y por complacerle ahora,
De tanta crueldad en pago
A tu esposo y a tus hijos
Tú misma tiendes el lazo.
La voz del amor empleas,
Brindas con dulces halagos,
Cuando la tierra y el cielo
A amar están convidando;
Pero entre tanto escondida
La muerte acecha a tu lado,
Pronta a salpicar con sangre
Las bellas flores del prado
¡Ay! deja al hombre cruel
Valerse de esos engaños;
Llamar con voz alevosa
y vender a sus hermanos.
La perdiz - Poema de FRANCISCO MARTÍNEZ DE LA ROSA
La perdiz
Cesa un instante siquiera,
Cesa, avecilla, en el canto,
Y no atraigas a los tuyos
Con tu pérfido reclamo:
El mismo dueño a quien sirves,
Te arrancó del nido amado,
Te robó la libertad,
Te desterró de los campos;
Y por complacerle ahora,
De tanta crueldad en pago
A tu esposo y a tus hijos
Tú misma tiendes el lazo.
La voz del amor empleas,
Brindas con dulces halagos,
Cuando la tierra y el cielo
A amar están convidando;
Pero entre tanto escondida
La muerte acecha a tu lado,
Pronta a salpicar con sangre
Las bellas flores del prado
¡Ay! deja al hombre cruel
Valerse de esos engaños;
Llamar con voz alevosa
y vender a sus hermanos.
Pues hablando de perdices, no sé si os habéis dado cuenta que el otoño es tiempo de migración para las aves estacionales, y que desde hace años y años, éstas han ocupado un lugar importante en las mesas de los pueblos en esta época del año. Se solían preparar acompañadas de verduras y legumbres, y en pueblos como Alconchel, la caza abundaba durante todo el año prácticamente...