
Puede que su hijo proteste amargamente cuando no pueda "salirse con la suya" y le acuse de humillarle delante de sus amigos, pero en su interior le agradará ver que le quiere lo suficiente para arriesgarse a incurrir en su ira, y que posee el buen juicio y la fuerza necesarios para protegerle contra su propia insensatez y falta de experiencia.