DOCE HOMBRES CON FE.
" ¡Seguidme!" Esta breve orden fue dada por un forastero que iba de paso. Mateo, el recaudador de impuestos, se levantó de su desordenada mesa y abandonó la cabaña de la aduana sin hacer preguntas ni poer condiciones...
" ¡Seguidme!" Esta breve orden fue dada por un forastero que iba de paso. Mateo, el recaudador de impuestos, se levantó de su desordenada mesa y abandonó la cabaña de la aduana sin hacer preguntas ni poer condiciones...
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Y, sin embargo, sabía, al igual que los otros elegidos, que sólo la muerte podría cortar el lazo que acababa de anudarlos con el desconocido...
Y, sin embargo, sabía, al igual que los otros elegidos, que sólo la muerte podría cortar el lazo que acababa de anudarlos con el desconocido...