Tengo a "mi chiquitín" durmiendo. ¡En cuento lo oiga de hacer ¡Ahhhhhh! dejo el cacarrillo y me voy corriendo a darle su papilla de verduras. ¡Hay qué ver que mayorcillo está ya...! Si hasta gatea y se levanta como un rayo... Cualquier día echa a correr sin más ni más, y tenemos que perseguirlo hasta Villalgordo... ¡Pero que rebonicos son, Señor! Me estaría mirándolo toda la vida...