Me vengo desde el secarral del barbecho a estos pinos, a ver si me da un poco la frescura de estos cerros porque estoy acalorá, y cuando haya descansado un poco, que creo que ya he descansado, os diré hasta mañana que ahora casi ha llegado la hora de cenar, así que os dejo por aquí, y el que primero llegue que abra la puerta. La llave la dejo colgada en la rama de abajo del segundo pino a la izquierda. Un beso, buenas noches y que soñéis con los angelitos y angelitas.