ALGO SOBRE ANA PAULOVA.
Nunca ví bailar a Ana Paulova, pero por lo que leí sobre ella, "Decir a secas, -como dijo André Oliveroff, durante diez años primer bailarín de la compañía de la Paulova-, que fue la más grande bailarina del mundo sería una pobre definición"...
Nunca ví bailar a Ana Paulova, pero por lo que leí sobre ella, "Decir a secas, -como dijo André Oliveroff, durante diez años primer bailarín de la compañía de la Paulova-, que fue la más grande bailarina del mundo sería una pobre definición"...
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Según cuentan, el arte de la Paulova trascendía idiomas y costumbres: aclamada en Europa y en Estados Unidos, lo mismo que en Sudamérica y en Oriente...
Según cuentan, el arte de la Paulova trascendía idiomas y costumbres: aclamada en Europa y en Estados Unidos, lo mismo que en Sudamérica y en Oriente...
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Ella hizo que millares de seres humanos de todo el mundo sintieran la bellezade su arte, al mismo tiempo que entretejía una leyenda en torno a su propia persona...
Ella hizo que millares de seres humanos de todo el mundo sintieran la bellezade su arte, al mismo tiempo que entretejía una leyenda en torno a su propia persona...
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Cuentan que, aun en los primeros años después de su muerte, evocar el arte de Ana Paulova era casi imposible. Sólo de vez en cuando surgía fugaz su estampa en la memoria y se la podía volver a contemplar tal como era. Luego, decían, inexplicablemente, se volvía a desvanecer...
Cuentan que, aun en los primeros años después de su muerte, evocar el arte de Ana Paulova era casi imposible. Sólo de vez en cuando surgía fugaz su estampa en la memoria y se la podía volver a contemplar tal como era. Luego, decían, inexplicablemente, se volvía a desvanecer...
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Quienes la conocían bien, decían que uno de los secretos de la grandeza de la Paulova, y posiblemente el de mayor importancia, era su total e incansable amor al trabajo, ese "arte de esforzarse" que, según se ha dicho muchas veces, es sinónimo de la genialidad...
Quienes la conocían bien, decían que uno de los secretos de la grandeza de la Paulova, y posiblemente el de mayor importancia, era su total e incansable amor al trabajo, ese "arte de esforzarse" que, según se ha dicho muchas veces, es sinónimo de la genialidad...
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Cuentan que todos los días por la mañana se la podía ver haciendo los ejercicios ante la barra que durante su niñez y adolescencia había aprendido en la Escuela Imperial de Ballet de San Petersburgo...
Cuentan que todos los días por la mañana se la podía ver haciendo los ejercicios ante la barra que durante su niñez y adolescencia había aprendido en la Escuela Imperial de Ballet de San Petersburgo...
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Que siempre se esforzó por llegar a aquella absoluta perfección que a todos, menos ella, nos parecía que ya existía en su arte...
Que siempre se esforzó por llegar a aquella absoluta perfección que a todos, menos ella, nos parecía que ya existía en su arte...
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"Cuando actuaba con ella, -explicaba el primer bailarín de su compañía-, siempre me impresionaba su incríble ligereza. Al tomarla en mis brazos y sostenerla en el aire, apenas me daba cuenta de su peso. En cambio, otras bailarinas cuyo peso era menor que el de la Paulova me parecían estar hechas de piedra a la hora de levantarlas"...
"Cuando actuaba con ella, -explicaba el primer bailarín de su compañía-, siempre me impresionaba su incríble ligereza. Al tomarla en mis brazos y sostenerla en el aire, apenas me daba cuenta de su peso. En cambio, otras bailarinas cuyo peso era menor que el de la Paulova me parecían estar hechas de piedra a la hora de levantarlas"...
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Parecía que la Paulova le ayudaba a sostenerla y que en cualquier momento podría haberse echado a volar...
Parecía que la Paulova le ayudaba a sostenerla y que en cualquier momento podría haberse echado a volar...
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" ¡Cómo me gustaba verla entre bastidores preparándose para salir a escena!-decía su primer bailarín-. Allí estaba la caja de resina donde metía primero la punta de un pie, luego la del otro, frotando la resina contra el extremo de la zapatilla para no resbalar en el escenario...
" ¡Cómo me gustaba verla entre bastidores preparándose para salir a escena!-decía su primer bailarín-. Allí estaba la caja de resina donde metía primero la punta de un pie, luego la del otro, frotando la resina contra el extremo de la zapatilla para no resbalar en el escenario...