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Dominando una pequeña isla del río Isar, en el corazón de Munich, se alzaba un palacio mágico donde todos los días, a las nueve en punto de la mañana, unas grandes puertas se abrían y una impaciente multitud penetraba en su interior a través de torniquetes...
Dominando una pequeña isla del río Isar, en el corazón de Munich, se alzaba un palacio mágico donde todos los días, a las nueve en punto de la mañana, unas grandes puertas se abrían y una impaciente multitud penetraba en su interior a través de torniquetes...
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Estos ávidos visitantes del Museo Alemán representaban casi cualquier edad y condición social: personas que ejercían profesiones liberales, mecánicos, amas de casa, estidiantes, turistas, científicos, y hasta algún que otro alconchelero apareció alguna vez por allí...
Estos ávidos visitantes del Museo Alemán representaban casi cualquier edad y condición social: personas que ejercían profesiones liberales, mecánicos, amas de casa, estidiantes, turistas, científicos, y hasta algún que otro alconchelero apareció alguna vez por allí...
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Cada año, por los años 70, casi un millón de personas lo visitaban, procedentes de todas partes de la República Federal de Alemania y de muchos otros países...
Cada año, por los años 70, casi un millón de personas lo visitaban, procedentes de todas partes de la República Federal de Alemania y de muchos otros países...
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Había instituciones similares en varias naciones, pero el Museo Alemán- cuyo nombre completo es: Museo Alemán de Obras Maestras de la Ciencia y de la Técnica- seguía constituyendo el más amplio panorama euro peo del desarrollo técnico del hombre, desde el cavernícola hasta el ingeniero...
Había instituciones similares en varias naciones, pero el Museo Alemán- cuyo nombre completo es: Museo Alemán de Obras Maestras de la Ciencia y de la Técnica- seguía constituyendo el más amplio panorama euro peo del desarrollo técnico del hombre, desde el cavernícola hasta el ingeniero...
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En él figuraban más de cincuenta mil ejemplares, cuya exhibición ocupaba casi cinco hectáreas de suelos -un simple vistazo a todos ellos suponía una caminata de de dieciocho kilómetros-, y el museo seguía extendiéndose sin cesar para seguir el vertiginoso ritmo a que se hacían los descubrimientos en el siglo XX...
En él figuraban más de cincuenta mil ejemplares, cuya exhibición ocupaba casi cinco hectáreas de suelos -un simple vistazo a todos ellos suponía una caminata de de dieciocho kilómetros-, y el museo seguía extendiéndose sin cesar para seguir el vertiginoso ritmo a que se hacían los descubrimientos en el siglo XX...
