Buenas tardes. Aparezco de nuevo con un "chistecillo" que envió Rosa, y dice así:
"El cura de Castellfollit de la Roca.
El viejo cura yacía muriéndose en el Hospital General de Cataluña. Durante años había servido religiosamente a sus fieles en la parroquia de Castellfollit de la Roca. Le hizo señas a su enfermera para que se le acercara.
"Sí, Padre?" dijo la enfermera.
”Quisiera ver al Sr. Francisco Camps y al Sr. Jaume Matas antes de morir” susurró el cura.
"Veré qué puedo hacer, Padre" respondió la enfermera.
La Dirección del Hospital se movilizó: habló con Trillo, con Cospedal y Rajoy, y esperó una respuesta.
Pronto llegó la respuesta desde Madrid: los dos estaban autorizados y ambos estarían complacidos en visitar al cura de Castellfollit de la Roca. En el camino al Hospital, Camps le dice a Matas:
”No sé por qué el viejo cura quiere vernos, pero seguro nos va a ayudar a mejorar nuestra situación e imágen ante el auténtico pueblo de Cataluña, pues siempre hemos tenido mucha complicidad con nuestro clero, y no digamos con el Abad de Montserrat y con el de Poblet”.
Matas estuvo de acuerdo. Sería muy positivo para nuestra imagen una vez que se publicara la visita en los medios de prensa de Cataluña.
Una vez en la habitación, el viejo cura agonizante tomó la mano de Matas con su mano derecha y la de Camps con su izquierda.
Hubo un silencio solemne y una mirada de serena de felicidad alumbró el rostro casi sin vida del viejo cura.
Finalmente Matas habló: "Padre, de todas las personas que podría haber elegido, por qué nos eligió a nosotros para estar a su lado en éste momento trascendental de su vida?"
El viejo cura lentamente respondió: "Siempre he tratado de moldear mi vida siguiendo el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo."
"Amén" dijo Matas.
"Amén" dijo Camps.
El viejo cura continuó: ”Él murió entre dos ladrones y yo,....... QUERIA HACER LO MISMO."
"El cura de Castellfollit de la Roca.
El viejo cura yacía muriéndose en el Hospital General de Cataluña. Durante años había servido religiosamente a sus fieles en la parroquia de Castellfollit de la Roca. Le hizo señas a su enfermera para que se le acercara.
"Sí, Padre?" dijo la enfermera.
”Quisiera ver al Sr. Francisco Camps y al Sr. Jaume Matas antes de morir” susurró el cura.
"Veré qué puedo hacer, Padre" respondió la enfermera.
La Dirección del Hospital se movilizó: habló con Trillo, con Cospedal y Rajoy, y esperó una respuesta.
Pronto llegó la respuesta desde Madrid: los dos estaban autorizados y ambos estarían complacidos en visitar al cura de Castellfollit de la Roca. En el camino al Hospital, Camps le dice a Matas:
”No sé por qué el viejo cura quiere vernos, pero seguro nos va a ayudar a mejorar nuestra situación e imágen ante el auténtico pueblo de Cataluña, pues siempre hemos tenido mucha complicidad con nuestro clero, y no digamos con el Abad de Montserrat y con el de Poblet”.
Matas estuvo de acuerdo. Sería muy positivo para nuestra imagen una vez que se publicara la visita en los medios de prensa de Cataluña.
Una vez en la habitación, el viejo cura agonizante tomó la mano de Matas con su mano derecha y la de Camps con su izquierda.
Hubo un silencio solemne y una mirada de serena de felicidad alumbró el rostro casi sin vida del viejo cura.
Finalmente Matas habló: "Padre, de todas las personas que podría haber elegido, por qué nos eligió a nosotros para estar a su lado en éste momento trascendental de su vida?"
El viejo cura lentamente respondió: "Siempre he tratado de moldear mi vida siguiendo el ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo."
"Amén" dijo Matas.
"Amén" dijo Camps.
El viejo cura continuó: ”Él murió entre dos ladrones y yo,....... QUERIA HACER LO MISMO."